Los Presupuestos Generales del Estado reflejan un descenso en la asignación al Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), organismo que participa en la Estrategia Nacional de Ciberseguridad y dedicada también a dar soporte en seguridad informática a ciudadanos, empresas y administraciones públicas, además de al sector de la enseñanza y la investigación. Pertenece al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA).
Si en 2021 la dotación a INCIBE ascendió a 253 millones de euros, en 2022 será de 186 millones de euros, lo que supone 67 millones menos, un descenso del 26,4%. Se da la circunstancia de que se vive el periodo con más ciberataques de la historia, tal y como desvelan empresas de ciberseguridad e informes especializados sobre incidencias, debido al aumento del teletrabajo provocado por el coronavirus. En las pymes, por ejemplo, se detectó un incremento del 36% en los ciberataques durante la pandemia. Una tendencia que los expertos aseguran ha llegado para quedarse.
Dentro del llamado Componente 15 del Plan de Recuperación (el Plan denomina así a cada área de actividad) se enmarcan los sectores 5G, ciberseguridad y digitalización, entre otros. En lo que a ciberseguridad se refiere, se destinan 524 millones, la partida más grande a ciberseguridad
"En el año 2020 la pandemia , con un incremento del 80% en los ataques recibidos frente al año anterior, ya tuvo un efecto notable en el impacto que estos ataques causaron en las compañías de nuestro país. En 2021 este efecto se ha visto amplificado no solamente por el volumen de ataques recibidos con un 60% sólo en el primer semestre, sino también en la sofisticación de los mismos", explica José de la Cruz, director técnico de Trend Micro Iberia.
Dotación a ciberseguridad
Desde la SEDIA explican a preguntas de Vozpópuli que el motivo de estas cifras de inversión en ciberseguridad está en la "anualización de las inversiones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, donde la clave está en la inversión total de los proyectos en todo el periodo y sobre todo en los hitos y objetivos a cumplir". Es decir, el Plan establece un montante total de inversiones a diferentes campos de actividad, uno de ellos en de la Ciberseguridad. El Ejecutivo establece el reparto de los fondos en tres años, de 2021 a 2023.
Dentro del llamado Componente 15 del Plan de Recuperación (el Plan denomina así a cada área de actividad) se enmarcan los sectores 5G, ciberseguridad y digitalización, entre otros. En lo que a ciberseguridad se refiere, se destinan 524 millones, la partida más grande a ciberseguridad, bajo el concepto 'Ciberseguridad: Fortalecimiento de las capacidades de ciudadanos, PYMES y profesionales; e Impulso del ecosistema del sector'. Además, se dotarán otros 109,6 millones en base al concepto 'Hoja de ruta 5G: Gestión y asignación del espectro, reducción de cargas al despliegue, Ley de Ciberseguridad 5G y Apoyo a entidades locales'.
En total el Componente 15 cuenta con 3.999 millones de euros. Algunas de las partidas más generosasde dicho Componente se destinan al 'Despliegue del 5G: redes, cambio tecnológico e innovación', con 1.405 millones de euros, mientras otros 812 millones se emplearán en 'Favorecer la vertebración territorial mediante despliegue de redes: Extensión de la banda ancha ultrarrápida'.
León no logró ser sede europea de la ciberseguridad
La candidatura de León perdió en diciembre del año pasado las opciones de ser sede del nuevo Centro Europeo de Ciberseguridad. Bucarest (Rumanía) fue finalmente la ciudad elegida. INCIBE, precisamente con sede en León, observó de cerca el proceso de votación. Su elección hubiera puesto en la picota tanto a la ciudad como al propio organismo.
La capital rumana logró en la última votación 15 votos, por los 12 de Bruselas (Bélgica), con quien se jugó finalmente ser sede. León fue descartada en primera ronda al cosechar tan solo dos votos.
Una circunstancia que provocó un terremoto en el Ministerio de Asuntos Exteriores, según ha supo Vozpópuli de fuentes diplomáticas. La derrota se sumó a una serie de reveses que fueron debilitando la 'marca España' por la incapacidad de ganar un cargo en los organismos internacionales a los que ha aspirado nuestro país en los últimos tiempos.
Exteriores, sin embargo, negó que se tratase de un fracaso. Desde la cartera aseguraron en su día que España nunca estuvo convencida de la victoria, y que la elección de Bucarest como sede del Centro de Ciberseguridad se debe a que Rumanía todavía no albergaba agencia europea alguna. Este hecho, siempre según Exteriores, pesó más que la idoneidad de León o sus medios técnicos.