Competencia ha dado luz verde al proycto del AVE privado que unirá Madrid, Zaragoza y Barcelona. Con esta medida, la CNMC romperá con el monopolio de Renfe en dichas conexiones, tal y como ha publicado este lunes El Mundo.
Este visto bueno llega meses después de que La Audiencia Nacional rechazara las medidas cautelares solicitadas por Fomento sobre el reglamento de liberalización creado por el regulador para frenar la entrada de empresas privadas en la Alta Velocidad.
Ahora, las empresas afectadas (Renfe y Adif) tendrán un mes para presentar a la CNMC alegaciones al proyecto que ha diseñado Ilsa.
Metodología de la CNMC
Ante la ausencia de unas reglas del juego claras sobre las líneas ferroviarias privadas que conectaran España con otros países, la CNMC elaboró hace unos meses una metodología que determinaba que para que una ruta de alta velocidad sea considerada como transporte internacional-y no doméstico, aún no liberalizado- sus trenes deberán recorrer al menos el 20% del trayecto fuera de España y conseguir el 30% de sus ingresos y transportar al menos a 3 de cada 10 viajeros más allá de la frontera.
Con ese documento en la mano, Competencia ya estaba facultada para conceder a Air Nostrum la autorización necesaria para conectar Madrid con Montpelier. El problema es que el Gobierno manejaba unos tiempos diferentes y no estaba dispuesto a permitir que las empresas pusieran sus trenes de alta velocidad sobre las vías antes de 2020. “Una apertura apresurada repercutiría en el propio viajero, que se podría enfrentar a improvisaciones en los planteamientos de los servicios, que derivarían en servicios mal planificados e incorrectamente soportados en un sistema que no puede improvisar sus recursos”, precisaron a Vozpópuli el pasado diciembre fuentes cercanas a Fomento.