Cobra, el gigante industrial que canaliza desde este año la alianza entre la constructora del Ibex ACS y la francesa Vinci, advierte a sus inversores de potenciales conflictos de interés entre sus grandes shareholders que podrían afectar a su negocio, con 21.595 empleados repartidos por 50 países.
La compañía con sede en Madrid lanza el aviso dentro de un folleto de emisión de pagarés por 200 millones de euros con vencimiento en noviembre de 2023. Se trata del primer asunto del que da cuenta dentro de los que estima como factores de riesgo para sus potenciales inversores.
Tras el acuerdo sellado a finales del pasado año con ACS, Vinci ha pasado a controlar el grueso de Cobra y a ostentar el 51% de los derechos sociales y económicos sobre la línea de activos de energía renovable que desarrolle durante, al menos, ocho años y medio. La compañía que preside Florentino Pérez conserva el 49% restante de la que, se espera, será una de las mayores empresas de energía renovable de Europa.
"No puede darse ninguna garantía de que los intereses de Vinci coincidirán con los intereses de los tenedores de bonos o que Vinci actuará de una manera que sea en el mejor interés del emisor (Cobra)"
"Como consecuencia de la ejecución de la operación, la estructura organizativa y de propiedad del emisor (Cobra) implica una serie de relaciones que pueden dar lugar a determinados conflictos de interés entre el emisor (y su Grupo), el Grupo Vinci y el Grupo ACS", señalan desde Cobra.
Desde la empresa española ponen luego el acento en Vinci e inciden en que sus objetivos corporativos "pueden no estar siempre alineados" con los de Cobra, lo que se traduce en que la compañía francesa busque eventualmente apoyarse en la madrileña para financiar su propia estrategia comercial.
Los intereses de Vinci para con la otrora joya de ACS
"No puede darse ninguna garantía de que los intereses de Vinci coincidirán con los intereses de los tenedores de bonos (de Cobra) o que Vinci actuará de una manera que sea en el mejor interés del emisor (Cobra)", remarcan desde la compañía hasta ahora controlada exclusivamente por la constructora encabezada por Florentino Pérez.
"En la medida en que Cobra no aborde adecuadamente dichos conflictos, podría afectar negativamente su reputación y su posición competitiva, todo lo cual podría tener un efecto material adverso en su negocio, situación financiera y resultados de operación", añaden, sin hacer extensivas esas advertencias en detalle sobre Vinci al rol que pueda asumir ACS.
En una línea similar, desde Cobra se advierte del impacto que puede o no tener una "reputación positiva" para atraer y conservar "clientes, inversionistas y empleados". El factor reputacional es el segundo de los riesgos citados por la empresa de cara a su negocio.
La publicidad negativa sobre el emisor (Cobra) y/o el Grupo Vinci, sea o no veraz, puede resultar en daño a sus perspectivas"
"El daño a la reputación del Grupo Cobra puede surgir de numerosas fuentes, incluyendo, entre otros, mala conducta de los empleados, litigios o reglamentaciones, incumplimiento de los estándares de servicio, fallas de cumplimiento, comportamiento poco ético y las actividades de clientes y contrapartes. Además, la publicidad negativa sobre el emisor (Cobra) y/o el Grupo Vinci, sea o no veraz, puede resultar en daño a sus perspectivas", añaden desde Cobra. Esta semana trascendió un frente judicial que afronta Vinci por denuncias de exempleados de su filial en Catar por abusos laborales.
Por lo pronto, la gigante francesa ha decidido mantener en su cargo de consejero delegado de Cobra a José María Castillo Lacabex, quien ha desempeñado otros cargos dentro de ACS como el de presidente de Dragados, si bien ya no ostenta ningún cargo para la constructora española. Cobra cerró el año 2021 con 292 millones de euros de beneficios, por los 227 del año anterior.
