Es muy español dejar los deberes para el último momento. Aunque también lo es no dejar temas importantes para la semana entre Navidad y Fin de Año. Pero este 2022 cerrará con caos. El Gobierno ha dejado para la última semana su tercer paquete de ayudas para afrontar la crisis con temas de gran relevancia para los consumidores: las ayudas a los carburantes y las ayudas a las familias para la compra de los productos básicos, a lo que se añaden las del transporte. Un escenario que provocará lío en los 'súper' y colas en las gasolineras.
Un litro de gasolina será 40 céntimos más caro el domingo frente al sábado salvo para los transportistas, aunque no está claro el detalle. Pero, a falta de pocos días para que esto se produzca, el Gobierno mantiene en secreto su decisión sobre el futuro de la ayuda a los carburantes, que es clave tanto para consumidores como para los propios trabajadores de las estaciones de servicio.
Un escenario que, tal y como sucedió en el primer fin de semana de abril, desatará cierto caos en las gasolineras. Los conductores intentarán exprimir los últimos días de ayuda al carburante para ahorrar a la hora de su depósito frente al próximo 1 de enero. También tendrán que dar la cara en las más de 11.000 gasolineras, tanto con los clientes descontentos como los desinformados de la retirada de las ayudas.
Se espera que este martes el Gobierno anuncie una modificación de la ayuda en su tercer paquete de medidas para enfrentarse a la crisis. Sus nuevas ayudas a los carburantes, que dejarán sin este descuento a la gran mayoría de los conductores, se limitarán a una nueva ayuda solo para transportistas, agricultores, ganaderos o pescadores. El descuento ya no se haría directamente en la gasolinera, sino que funcionará a través de solicitudes de devolución mensuales.
El Gobierno ya no necesitará la colaboración de lo que hasta ahora era colaboradores (gasolineras). No obstante, los trabajadores de estas empresas deberán aprender en cuestión de horas cómo afrontar el nuevo cambio normativo frente al que lleva operando los últimos ocho meses.
"Todos tenemos que prepararnos, pero, sobre todo, los consumidores", explican desde los operadores de las gasolineras. "Subir, en cuestión de días, cerca de 40 céntimos el litro, pese a que haya bajado el precio frente a abril, va a irritar a los consumidores. Algo que distorsionará nuestra operativa", añaden.
La gasolina 95 y el diésel se mueven estas semanas entre los 1,60 y los 1,65 euros el litro, respectivamente. Lejos de los 2 euros que ha llegado a marcar durante la vigencia de la ayuda al carburante. Los conductores se han acostumbrado a una bonificación de 20 céntimos por litro en los combustibles, y la aportación de hasta 10 céntimos adicionales de empresas como Repsol, Cepsa y BP. Ayudas que también desaparecerán y que habrá que detallar consumidor por consumidor.
La cesta de la compra escapa a la Navidad
Tampoco saben a qué atenerse los súper, que asistieron a los intentos de Yolanda Díaz por acordar una cesta de la compra con productos asequibles en septiembre, luego silenciados, y que ahora vuelven en una versión de código de buenas prácticas de adhesión voluntaria que puede entrañar sanciones para quien no cumpla. Parece que ha quedado descartado un impuesto del 33%, pero se desconocen los detalles de esta nueva cesta, que podría aplicarse el 1 de enero y que en todo caso ya no afectará a las grandes celebraciones navideñas.
Una de las peticiones del sector en la que coincide con el PP es rebajar el IVA de algunos alimentos como el pescado o el aceite en el 10% al 4%, que el Gobierno rechazaba frontalmente, pero que ahora se abre a considerar.
Otro asunto que ha salido de la mesa de negociación del Decreto de ayudas es una moratoria al impuesto al plástico que debería entrar en vigor en enero y que tiene un gran impacto en supermercados y gran distribución.
Tampoco saben a qué atenerse comunidades y ayuntamientos respecto a las ayudas al transporte, que parece que se mantendrían en un porcentaje que deberían complementar.
Karl
El político que pretende dirigir la forma en que los particulares deben emplear su dinero, se arroga una autoridad que no puede delegarse con seguridad en nadie, y que en ningún otro lugar es más peligrosa que en las manos de un hombre tan loco y presuntuoso como para creerse apto para semejante tarea. ____ "The statesman who should attempt to direct private people in what manner they ought to employ their capitals, would not only load himself with a most unnecessary attention, but assume an authority which could safely be trusted to no council and senate whatever, and which would no where be so dangerous as in the hands of a man who had folly and presumption enough to fancy himself fit to exercise it." ~Adam Smith, †1790