Unidas Podemos, Esquerra Republicana, el PNV, Junts y Más País, entre otras formaciones, han avalado este martes en el Congreso la proposición de ley registrada por el PSOE para cambiar la Ley de estabilidad presupuestaria con el fin de que el Senado no tenga la última palabra a la hora de aprobar la senda de déficit y de deuda, paso previo a la presentación de unos Presupuestos Generales. El objetivo de la proposición es que, si la Cámara Alta rechaza la propuesta del Gobierno, ésta pueda volver a ser votada en el Congreso.
En su defensa de la ley, el diputado socialista Pedro Casares ha criticado como "anomalía democrática" una "capacidad de bloqueo que le corresponde únicamente al Senado", pues considera que no reformar la ley sería "otorgar" a la Cámara Alta "facultades no reconocidas en la Constitución". Así, se ha preguntado cómo sería posible que el Senado pudiera vetar esta senda de estabilidad, y no así los Presupuestos.
Asimismo, ha recordado que, cuando el PSOE defendió esta reforma, en el PP argumentaron que esta se debía a la mayoría absoluta de la que gozaban entonces los populares en la Cámara Alta. "Ahora estamos discutiéndola una mayoría socialista en el Senado. No lo entienden, pero porque el PSOE no utiliza las instituciones", ha espetado.
El PP distingue los PGE de la senda
El coordinador económico del PP en el Congreso, Mario Garcés, ha recordado cómo el Gobierno de José María Aznar impulsó en 2000 la primera ley de estabilidad presupuestaria, "cuando no había restricciones" y España fue "un ejemplo", y se ha preguntado cómo conjugar la postura del PSOE de reforzar el Senado y a la vez quitar una prerrogativa.
Recordando que ya en la II República el PSOE se oponía a un sistema bicameral --"Estamos en la misma situación", ha dicho--, ha reivindicado que la comparación de la senda de déficit con los Presupuestos no se sustenta --"No tiene nada que ver ni en contenido ni en alcance material"-- y ha esgrimido que la senda afecta a comunidades y ayuntamientos, lo que justifica ese mayor protagonismo del Senado en su tramitación.
Vox ha concedido que una senda vetada en el Senado pueda volver a votarse en el Congreso, pero en ese caso ha apostado que no baste con mayoría simple, como propone el PSOE, sino absoluta, pero en todo caso la formación que lidera Santiago Abascal ha explicado su rechazo a tramitar la norma para "ofrecer seguridad jurídica, garantizar la división de poderes y ejercer el control efectivo al Gobierno". "Sea de derechas o de ultraizquierda, como es el suyo", ha espetado su diputada Inés Cañizares.
Reformar también la regla de gasto y el margen de ayuntamientos
A través de su diputada Pilar Garrido, Unidas Podemos ha recordado que el Senado actúa como Cámara "de doble lectura y 'enfriamiento'" y que por tanto no considera "creíble" la postura del PP. "Y ahora mucho menos", ha dicho, pidiendo a los 'populares' que "hagan perder el tiempo" a la Cámara.
Ciudadanos se ha mostrado "dispuesto a dar el 'sí' a la tramitación" de la ley, al debatirse de forma ordinaria y sin buscarse una reforma 'exprés', al igual que el PRC, mientras que Foro Asturias ha expresado su rechazo. Iñigo Errejón, portavoz de Más País, ha celebrado esta reforma como síntoma de "desbloqueo".
El PNV, Junts, ERC y Nueva Canarias también han avalado la tramitación de la reforma, pero han avanzado que buscarán reformar también la regla de gasto con el fin de dar más margen a corporaciones saneadas. "Demasiado dinero en los bancos, demasiadas necesidades en las calles", ha resumido Pedro Quevedo (NC), alegando que "no es razonable que ayuntamientos y comunidades" en números 'verdes' "sean peor tratadas que las que no cumplen"