El binomio “sol y playa” ha pasado a mejor vida para ceder, poco a poco, su sitio a “consumo y marcas”. Es el turismo de compras, un negocio que mueve miles de millones a nivel mundial: en 2012, los cinco primeros países del ranking gastaron un total de 300.000 millones de euros. España, donde el turismo representa un 9,3% del PIB, es uno de los destinos preferidos por los turistas extranjeros para hacer sus compras, pero no el que más porción de la tarta se lleva. Por eso aspira a captar a rusos y chinos, los turistas más consumistas y amantes de las marcas de lujo.
La última entrega del Informe Global de Turismo de Compras de la Organización Mundial del Turismo (OMT), presentada esta semana en la sede del organismo internacional en Madrid, revela que España se posiciona como el segundo destino para el turismo de compras, según datos de 2012, con una captación de 810 millones de euros de visitantes de fuera de la Unión Europea. Barcelona y Madrid, las ciudades españolas preferidas por este tipo de viajeros, captaron 390 y 250 millones respectivamente, el 48% y el 31%. El gasto turístico total en España ascendió a 4.500 millones de euros en el último trimestre, según datos de Turespaña.
Esta tendencia “ha pasado de ser un factor complementario a consolidarse como un determinante principal en elección del destino”, destaca el presidente de Miembros Afiliados de la OMT, Miguel Mirones. Así, la presencia del consumo como parte de la oferta turística se ha convertido en un elemento “imprescindible”, lo que ha hecho que España se lance a por este segmento para seguir atrayendo turistas a la vez que intenta cubrir parte de la caída del consumo interno.
Según Yolanda Perdomo, directora del Programa de Miembros Afiliados de la OMT, en los últimos años se ha producido un “cambio de paradigma que aleja la idea de que las compras son un accesorio más de la experiencia turística”. “Hay millones de turistas para los que el turismo de compras es su principal motivación de viaje”.
El principal país emisor en cuanto a turismo de compras fue China, con 94.000 millones de euros. El top 5 lo completan Estados Unidos, con un gasto de 63.000 millones de euros; Alemania, con 63.000 millones; Reino Unido, con 39.000 millones, y Rusia, con 39.000 millones.
Vender lujo
Con la vista puesta en este negocio, España llevará a cabo diversas iniciativas para engordar las cifras que mueve el turismo de compras. Para ello, la próxima edición de Fitur abrirá un espacio dedicado expresamente a esta manera de entender los viajes y se han creado iniciativas como Madrid Precious Time, un proyecto piloto de la Organización Mundial del Turismo que busca atraer el consumo de lujo mediante experiencias creadas expresamente para este segmento de consumidores.
Los viajeros chinos, un mercado emergente que año tras año bate récords de gasto turístico, están en el punto de mira de estas iniciativas. Perdomo compara la importancia para el sector del auge del turismo en el gigante asiático con la implantación de los vuelos comerciales.
En este país, se ve el turismo como un símbolo de prosperidad y de estatus económico, por lo que los turistas chinos buscan, además, el plus del lujo. Según las estimaciones, China consumirá el 22% de los bienes de lujo fabricados en el mundo. También rusos y brasileños comienzan a interesarse por este tipo de bienes, un “segmento fundamental dentro de la actividad turística”, en palabras de Mirones.