Este jueves, a las 10:25 horas, los 450 empleados del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) están llamados a una concentración de protesta en las puertas del organismo contra la política de tierra quemada llevada a cabo por el presidente, Fernando Marti, y su equipo de confianza.
Según señalan a Vozpópuli fuentes sindicales y del cuerpo técnico del supervisor nuclear, los empleados, coordinados por la Junta de Personal y pertrechados con pancartas de protesta, exigirán un CSN que funcione de forma “más transparente e independiente, en el que no se represalie a los técnicos disidentes” y en el que “no se premie sólo a los cargos de libre designación, que son los de confianza del presidente, mientras que al resto de la plantilla se le mantiene con sueldos reducidos o congelados”.
El comienzo de la protesta arrancará cinco minutos antes de que se celebre en la sede del organismo la reunión del Comité Asesor, que estaba prevista inicialmente para noviembre pasado, pero que fue pospuesta a enero para evitar interferencias con la campaña electoral, señalan fuentes cercanas al propio Comité.
Los 450 empleados del supervisor están llamados a la protesta en las puertas de la sede y sus representantes entregarán octavillas de denuncia a los miembros del Comité Asesor
Este cónclave lo forma un amplio grupo de asesores que van desde representantes de CCAA a los ministerios competentes en lo nuclear (Interior, Sanidad, Industria…) pasando por grupos ecologistas, sindicatos, expertos independientes y miembros del propio CSN. Los 200 técnicos, los 130 funcionarios y los 120 contratados laborales que componen la plantilla total del organismo repartirán octavillas de protesta a todos los asistentes a la reunión del Comité, con el objetivo de que trasladen a los representantes del Pleno (formado por tres consejeros propuestos por el PP y dos por el PSOE) la situación que vive el organismo.
Los técnicos vienen denunciando desde hace dos años las presiones políticas y empresariales que sufre el Pleno del CSN y, por extensión, los responsables de elaborar los informes sobre los temas que analiza y aprueba el organismo.
Según los técnicos, el presidente Marti y sus consejeros de confianza se someten a esas presiones, especialmente las recibidas por parte del Gobierno para sacar adelante la reapertura de la central de Garoña y la puesta en marcha del basurero nuclear de Villar de Cañas (Cuenca), una presión que luego es trasladada al cuerpo técnico, al que se trata de coaccionar para que los informes vayan en la línea marcada desde arriba.
Estas fuentes quieren que los miembros del Comité Asesor sepan desde hoy mismo que a aquellos técnicos que no se someten a las órdenes de los superiores y manifiestan opiniones no alineadas con el deseo de la cúpula del CSN, se les degrada de puesto o se les arrincona.
El lema de la pancarta que hoy blandirá el sindicato de técnicos: "Por un CSN más transparente, independiente y sin represalias"
El sindicato de técnicos Astecsn denuncia uno de los casos más flagrantes, el despido fulminante de Rodolfo Isasia, Jefe del Área de Experiencia Operativa y Normativa, por mostrar “su oposición a una modificación procedimental que cercenaba el alcance de la Escala INES en centrales nucleares (alertaba de que las modificaciones que se quieren hacer en las guías de seguridad del CSN permitirá a las centrales no comunicar muchos sucesos que podrían ser graves)”, según la carta que publicó Vozpópuli.
Además de los técnicos, los sindicatos representativos en el CSN (CGT, CSIF, CCOO y UGT) también se han enfrentado a la cúpula directiva del supervisor del que depende la seguridad nuclear en España, al acusar al presidente de "subir las retribuciones de una serie de puestos de trabajo del CSN, esencialmente de aquellos puestos denominados de libre designación (no se conceden por su concurso de méritos, sino directamente por el/la presidente/a) y de las personas que más ganan en el organismo", afirma una carta interna de denuncia de los representantes de los trabajadores que hoy se entregará a los miembros del Comité.
La misiva denuncia que "los empleados públicos [del CSN] llevamos desde el año 2010 con el sueldo reducido o congelado".
