Tras un cónclave que se ha prolongado durante casi diez horas, España y Portugal han conseguido la fumata blanca de la Unión Europea para poder tomar medidas sobre el mercado de la energía de manera excepcional. Aunque algunos socios, como Alemania o Países Bajos, no tenían claro si era adecuado aceptar las reivindicaciones de Pedro Sánchez y Antonio Costa, finalmente se ha llegado a una solución de consenso para aliviar los precios de la energía teniendo en cuenta la 'isla energética' que forman ambos países por su falta de conexiones. Aunque el acuerdo tiene letra pequeña. Las iniciativas que se tomen en la península ibérica serán temporales y deberán contar con el visto bueno de la UE.
"Hemos acordado un trato especial para la península ibérica de forma que puedan gestionar esta situación tan específica en la que se encuentran y manejar los precios energéticos", ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
La dirigente europea ha explicado que España y Portugal se encuentran en una situación "muy especial" porque su mix energético tiene una alta proporción de renovables, pero "muy pocas interconexiones" con el resto de países de la Unión Europea.
"Portugal y España hemos liderado este debate desde el principio. El sistema no se adapta a la realidad energética de la península ibérica", ha asegurado Pedro Sánchez en la comparecencia junto al presidente de Portugal tras la cumbre europea.
"La Comisión Europea permitirá a España y Portugal una medida excepcional, temporal, que no supone subvencionar el gas, que no altera los incentivos a las renovables, pero que nos permitirá a los dos gobiernos rebajar los precios de la energía", ha señalado el presidente de España.
Una clave del borrador pactado en la cumbre europea de este viernes es la temporalidad de las medidas. Además, España tendrá que demostrar que no se distorsiona excesivamente la competencia. La Comisión Europea, por su parte, se ha comprometido a revisar por un procedimiento de urgencia las intervenciones presentadas por España y Portugal. El pacto que se ha logrado es "una cierta" garantía de que la Comisión Europea aceptará las propuestas españolas y portuguesas cuando se manden.
Ambos gobiernos podrán poner un límite a los precios del gas que se usa para producir la electricidad en la península ibérica para que la factura de la luz pueda bajar rápidamente y no esté condicionada por el tipo de energía con la que se ha producido, como ocurre ahora con el sistema marginalista. España se ha comprometido a que la solución alcanzada no afectará al mercado europeo y es excepcional.
Receso y enfado de Sánchez
Pedro Sánchez ha forzado un receso del cónclave a media tarde al marcharse de la sala y ha obligado a realizar una pausa técnica tras mostrar su enfado por filtraciones de la cumbre en la que se le acusa de estar dispuesto a vetar sus conclusiones, según informa la agencia Efe.
El acuerdo parecía lejano en ese momento y el debate sobre las soluciones para atajar la escalada del precio de la energía han parecido enquistarse. Tras este receso que ha durado cerca de una hora, se han retomado las conversaciones, que han durado hasta las 19.00 de la tarde, cuando han comparecido Ursula Von der Leyen y Charles Michel para anunciar el acuerdo al que se había llegado finalmente.
La cumbre se ha celebrado cuando se cumple un mes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Por ello, la primera jornada estuvo capitalizada por este tema con la presencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Una vez zanjados los asuntos de Ucrania y las sanciones contra Rusia, los socios europeos se han centrado en debatir de forma monotemática sobre los precios de la energía.
Precios de la energía e inflación
La guerra es la causa de los altos precios de la energía, que si se descontrolan pueden provocar una espiral inflacionaria. Para España es crucial abordar este problema para evitar que los costes de familias y empresas continúen disparándose en los próximos meses.
De hecho, los precios industriales marcaron nuevo máximo histórico en febrero al repuntar un 40,7 % con respecto al mismo mes de 2021, un récord que supera en cinco puntos el anotado en enero (35,7 %) y que se debe principalmente al encarecimiento de la electricidad.
De acuerdo a los datos del Índice de Producción Industrial (IPRI) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la subida de precios industriales de febrero -la quinta consecutiva por encima del 30 %- es la mayor de la serie histórica que arranca en 1976.
El INE detalla que el sector que más contribuyó a elevar el IPRI fue la energía, cuyos precios subieron un 114,4 % -23 puntos más que en enero y el mayor alza de la serie-, en especial por la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, que el año pasado se abarató.
"Debemos estar preocupados por la actual dinámica inflacionista", ha señalado este viernes el profesor de la Universidad Europea José Manuel Corrales en declaraciones a la agencia EFE. "Supone una verdadera advertencia para la recuperación económica", que en su opinión se va a retrasar "hasta finales de año o incluso hasta el próximo 2023". Corrales aboga por una actuación rápida del Gobierno con un pacto de rentas para evitar que los salarios alimenten la inflación.