La consejera delegada de Bankinter, Dolores Dancausa, ha afirmado que es una "injusticia" no reconocer el valor que tiene el sector financiero para la sociedad y que solamente se dé una imagen de sus gestores como "una pandilla de truhanes y pícaros" que se aprovechan "de la supuesta ingenuidad ajena".
Dancausa ha señalado que se rebela contra "esa injusticia", ya que "no es cierto", y considera que Bankinter ha mantenido un comportamiento "intachable", algo que no es solamente un deber, sino que es "un buen negocio".
La consejera delegada de Bankinter ha reconocido durante su intervención en la junta general ordinaria de accionistas de la entidad que la reputación de la banca española "está pasando sus horas bajas" y en estos momentos no goza "del favor de la sociedad".
No obstante, ha señalado que "es algo natural", dado que el negocio de la banca consiste en prestar dinero y recuperarlo posteriormente con intereses, algo que, "por su propia naturaleza, no es algo grato".
Así, ha apuntado que la impopularidad de la banca "ha ido 'in crescendo'" en los últimos tiempos y ha llegado a unos límites que la convierten en "absolutamente injustificada y, sobre todo, absolutamente injusta".
En su opinión, se han ignorado "por completo" los "enormes esfuerzos" que ha hecho la banca para adaptarse y aceptar las "severas" exigencias regulatorias y los que han llevado a cabo las "entidades sanas" por acudir al rescate de entidades "víctimas del saqueo" por parte de unos "supuestos directivos nombrados por méritos políticos y no profesionales".
También ha lamentado que no se tengan en cuenta los esfuerzos de la banca por "sacar adelante a Sareb", conocida como 'banco malo', así como para "adquirir otras entidades que habían sido despojadas de toda virtud", entre otras cuestiones.
Incertidumbre en las cláusulas suelo
La consejera delegada de Bankinter ha recordado que la entidad no comercializó contratos hipotecarios con cláusulas suelo, pero ha apuntado que siente como propia la "incertidumbre" que genera en otros bancos "alterar las obligaciones contractuales con retroactividad", algo que supone "cambiar las reglas del juego a mitad de partido" y un riesgo "para la seguridad jurídica de un país".
Dancausa ha lamentado que se vea a la banca como "una maquinaria de engaño" y a los productos como los contratos con cláusulas suelo, las hipotecas multidivisa y los gastos de constitución de hipotecas como "los nuevos jinetes del apocalipsis", donde "cabalga un pingüe negocio de reclamaciones" que trata de "desprestigiar a la banca".
En cuanto a las hipotecas multidivisa, la consejera delegada ha recordado que la entidad sí las comercializó, pero solamente hasta 2008, y en relación con los gastos de formalización de préstamos hipotecarios ha explicado que el banco ha adaptado sus cláusulas a las nuevas prácticas.
Por otra parte, Dancausa ha señalado que el otro gran reto para la banca es el relativo a los cambios tecnológicos, que es también una "oportunidad" por sus posibilidades en eficiencia y en nuevas formas de relación con los clientes.
Mientras, el presidente de la entidad, Pedro Guerrero, que ha presidido la junta, ha puesto en valor los resultados anuales obtenidos por el banco en un entorno de dificultad por las exigencias de capital y los bajos tipos de interés, que reducen los márgenes de la banca.