La supervivencia del Fondo de Liquidez Autonómico va a ser uno de los grandes temas de la reforma de la financiación. ¿Hay que mantener estos mecanismos de ayuda a las comunidades autónomas o habría que volver a la situación anterior?
Un informe de AFI analiza la situación y dice que ninguna de las partes parece muy incómoda con la situación actual. Por un lado, el Estado mantiene cierto sesgo intervencionista con las comunidades autónomas. Los gobiernos regionales, por su parte, disfrutan de unos privilegios que hasta ahora no existían. Los inversores pueden contar con el aval del Estado siempre que compran deuda y los proveedores cobran antes sus facturas.
Pero ojo, no es oro todo lo que reluce. Estos mecanismos de financiación han elevado la deuda del Estado, nada más y nada menos, que en 140.000 millones en los últimos 5 años. Hasta ahora esta situación no preocupaba mucho, pero es probable que el BCE cambie su política. Es posible que deje de comprar deuda pública y que en algún momento suba los tipos.
Esto colocaría al Estado en una situación mucho más complicada, sobre todo ahora que es posible que tenga que asistir a compromisos mucho más importantes, como el de la Seguridad Social.