Los intereses por el rescate español sí pesarán en el déficit público. Pese a que el Presidente del Gobierno aseguró ayer que “el dinero del rescate no afecta al déficit”, lo cierto es que sus intereses sí deben cargarse a esa partida. España deberá pues anotar como déficit adicional el interés que tendrá que pagar por devolver los hasta 100.000 millones que le prestará la UE. Eso, a cambio, exigirá recortar más las cuentas públicas para cerrar el año en las cifras comprometidas con Bruselas.
El cuánto engorda el déficit dependerá de la cuantía que el Gobierno español pida prestada y de los intereses que la Unión Europea le cobre. Fuentes del Ejecutivo aseguran a Vozpópuli que esos intereses rondarán el 3% y estiman que el Gobierno no pedirá prestados los 100.000 millones íntegros, lo que significa que el déficit público este año podría crecer una o dos décimas (lo que engordaría el agujero de las cuentas públicas del 8,9% al 9 ó 9,1%) y el ajuste necesario sería de entre 1.500 y 2.000 millones más de euros.
Según los cálculos del Ejecutivo, el FROB podría pedir la mitad del dinero disponible, es decir, 50.000 millones. Si la Unión Europea cobra un tipo de interés del 3%
y aplica a España el mismo esquema de préstamos que en el caso del saneamiento bancario irlandés (créditos con plazos de devolución de hasta 15 años), el déficit público engordaría en 1.520 millones más el primer año, en 1.439 el segundo y en 1.355 el tercero.
Para cuadrar el déficit al 5,3% como exige la Unión Europea este año habría que aplicar recortes similares al déficit adicional. Es decir, que en los años que ya soportaban un mayor ajuste económico, el Ejecutivo tendrá que aplicar nuevos recortes por valor total de 4.314 millones de euros.
Frente al escenario del Gobierno, los cálculos que maneja el mercado son más adversos. Las fuentes consultadas por Vozpópuli estiman que el 3% que maneja el Ejecutivo es una tasa “muy conservadora”. La última vez que el EFSF (el vehículo que inyectará dinero en el sistema bancario español) pidió dinero prestado tuvo que pagar un 3,65%, una cantidad a la que luego sumó un cargo al gobierno receptor, la llamada fee de colocación, que suele sumar unas décimas a ese interés. En total, esos intereses podrían rondar el 4%.
Esas mismas fuentes consideran, de igual modo, que la línea de crédito se apurará por encima de los 50.000 millones y que el FROB podría absorber hasta tres cuartas partes de la liquidez disponible. Según esos cálculos, la tasa de déficit público saltaría del 8,9% actual a un 9,2% y, por tanto, los ajustes adicionales sólo este año serían de 3.055 millones más de lo anunciado. En cualquier caso, la estructura de los créditos obliga a realizar los mayores ajustes en los próximos tres años, cuando se amortizan los intereses.
El escenario más pesimista –que ni Gobierno ni mercados contemplan de momento—es que el Ejecutivo consuma todos los fondos del rescate y pague la tasa más alta de intereses. Bajo esa hipótesis, el Ejecutivo tendría que afrontar ajustes no previstos en el gasto por valor de más de 10.000 millones de euros en los próximos tres años.
Según esas cifras, el volumen del ajuste adicional sería de tal calibre que podría prolongar la recesión durante al menos un año más de lo previsto. El escenario extremo es el que sirvió de base al FMI para realizar los ejercicios de stress de la banca española. Según el FMI, eso implicaba una caída del PIB que duplicaba la prevista por el Gobierno. Sin embargo, tanto el Ejecutivo como los analistas independientes consultados lo consideran "poco probable por el momento".
Contradicción entre el Presidente y el ministro de Economía
Según las normas contables a las que está sometida España, la cantidad que se solicite se considera “deuda pública” y –como ha asegurado el Presidente del Gobierno—no pesa a la hora de contabilizar el déficit. Sin embargo, como reconoció el ministro de Economía, Luis de Guindos, sí se deben considerar como déficit público los intereses que el Estado paga por esas ayudas.
Por ese motivo, el rescate supone --pese a lo dicho por Rajoy-- una nueva carga sobre una cifra de déficit público que ha engordado ya cinco veces en cuatro meses. Paso del 6,5% declarado por el Gobierno socialista a un 7,1% como primera estimación de Economía; luego al 7,5% declarado por el ministro de Interior; más tarde al 8,3% que fijó el ministerio de Hacienda antes de corregirla de nuevo para elevarla al 8,9% tras aflorar el déficit oculto de la Comunidad de Madrid y de la Comunitat Valenciana. Finalmente la cifra de déficit final podría cerrarse por encima del 9% al pagar los intereses del rescate.