Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, ha anunciado este jueves, antes del comienzo de su junta general de accionistas, un plan para reducir su plantilla global desde los cerca de 97.000 trabajadores actuales a "bastante menos de 90.000", incluyendo un ajuste del 25% de sus efectivos en el área de venta de acciones e intermediación.
Asimismo, la entidad indicó que concentrará su actividad en renta variable en soluciones electrónicas y en sus clientes más importantes, mientras reducirá en una cuarta parte el apalancamiento de su negocio 'Prime Finance', lo que equivale a un ajuste de unos 50.000 millones de euros.
Estas medidas permitirán reducir el apalancamiento del negocio de banca corporativa y de inversión de Deutsche Bank en más de 100.000 millones de euros, precisó el banco.
Además de los ajustes en el negocio de banca de inversión, Deutsche Bank acelerará el ritmo de su plan de reducción de costes en el conjunto de la entidad, con el objetivo de no superar los 23.000 millones de euros en gastos en 2018 y bajar esta cifra a 22.000 millones de euros en 2019.
"En relación con la implementación de estos planes, el número de empleados a tiempo completo se espera que baje desde los algo más de 97.000 actuales a bastantes menos de 90.000", anunció la entidad, señalando que esta reducción de personal "ya está en marcha".
La entidad calcula que las medidas de reestructuración tendrán un impacto negativo en las cuentas de 2018 de 800 millones de euros.
"Seguimos comprometidos con nuestro Banco de Inversión y Corporativo y nuestra presencia internacional, somos inquebrantables en eso", declaró Christian Sewing, presidente del consejo de Deutsche Bank. "Somos la alternativa de Europa en los negocios de mercados de capitales y financiación internacional. Sin embargo debemos concentrarnos en lo que hacemos verdaderamente bien", añadió.
El consejo de supervisión y la cúpula directiva de Deutsche Bank se presentan este jueves ante los inversores en el contexto de la junta anual de accionistas del banco, cuyas acciones llevan perdido prácticamente un tercio de su valor en lo que va de año y cotizan en mínimos desde 2016.
De hecho, las dificultades que atraviesa la entidad llevaron al banco a cesar a principios de abril al que hasta entonces y desde 2015 era su consejero delegado, el inglés John Cryan, reemplazado con efectos inmediatos por Christian Sewing.
Deutsche Bank obtuvo un beneficio neto de 120 millones de euros en el primer trimestre de 2018, lo que representa un retroceso del 79,1% en comparación con el resultado correspondiente al mismo periodo del año anterior, mientras los ingresos netos de la entidad entre enero y marzo sumaron un total de 6.976 millones de euros, un 5% menos que un año antes.