En España, el consumo de frescos (un dato que resulta muy significativo del estado de la economía) es muy diferente según las comunidades autónomas, aumentando esa brecha entre unos y otros. El norte, sin duda, es el gran privilegiado en este sentido, ya que se consumen muchos más alimentos que en el sur. Especialmente llamativo es el caso del País Vasco, donde se gasta un 25% más en frescos que en el resto de España.
Así se desprende de los datos del Observatorio de Frescos, elaborado por Aldi a través de un panel externo. La cadena de supermercados dedican un gran esfuerzo al análisis del mercado de los frescos porque "es una parte fundamental" de su modelo de negocio, tal y como ha explicado Ignacio Cid, responsable del equipo Research de Aldi durante la presentación del Observatorio.
Concretamente, según sus datos, el gasto medio de los vascos en productos frescos perecederos llega a los 2.544 euros anuales, 500 más que la media del resto de España, que se sitúa en 2.044 euros al año. Si lo comparamos con Canarias, la Comunidad Autónoma que menos capacidad tiene para invertir en frescos, la diferencia llega casi a los 1.000 euros (923 € más).
Se trata de un dato muy significativo, no solo por la diferencia en sí misma, sino porque es un síntoma de la diferente situación económica de cada comunidad, ya que consumir frescos es síntoma de buen estado económico.
El País Vasco lidera el consumo de frescos, pero el resto del norte de España también pueden presumir de liderar la lista. En segundo lugar, aunque muy de lejos, se encuentra Castilla y León, que de media cada ciudadano gasta 2.258 euros; luego va Cataluña (2.221); y el cuarto puesto es para Galicia, con 2.197. En el lado contrario se encuentra Comunidad Valenciana, donde cada español solo gasta 1.946 euros de media al año, Andalucía (1.890 €) y Canarias (1.621 €).
Los frescos representan casi la mitad del gasto de las familias en alimentación
Comprar frescos supone una carga para las familias, cada vez más. De hecho, comprar este tipo de productos, en los que se incluyen frutas y verduras, carne, pescado y marisco, huevos, pan y charcutería, ya supone casi la mitad (43%) del gasto anual en alimentación de las familias españolas. Es decir, en 2023, los consumidores invirtieron 4 de cada 10 euros de su cesta de la compra en productos de esta categoría.
Eso sí, según este informe los españoles han tratado de no eliminar de su dieta estos productos, pese a que están especialmente afectados por la inflación. Durante el año pasado, los españoles mantuvieron el peso de los productos frescos en su compra anual, que ocuparon el 34,5% de las cestas. Una cifra que se mantiene casi inalterable respecto a 2022, cuando representó un 34,4%.
Si miramos por productos, las frutas y las verduras son los frescos a los que más presencia y gasto se dedica en la cesta de la compra, representando un 63% y un 35%, respectivamente. Los hogares españoles destinan 726 euros al año de media a comprar frutas y verduras. En segundo lugar, se encuentra la carne, un producto en el que los consumidores invierten el 27% de su presupuesto y un gasto de 557 euros anuales. Les siguen la charcutería (312 €), el pescado y el marisco (291 €), el pan fresco (128 €) y los huevos (72 €).
Estos datos llegan en un contexto en el que la producción alimentaria en España está de 'luto'. La inflación, la sequía y la compleja situación geopolítica han provocado una caída del 2,6% de la producción de alimentos y bebidas en España, hasta los 162.459 millones de euros, según los datos del Informe Económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
