"Disfruto de estos momentos. La Copa ATP ofrece este tipo de oportunidades para que los jugadores experimenten algo que no experimentan el 90 por ciento de los torneos", afirmó el tenista serbio Novak Djokovic tras cerrar uno de sus partidos en el torneo que culmina este domingo en Australia.
Sus palabras, aunque pudieran sonar a la euforia natural tras una victoria e incluso a un buenismo, dejaban traslucir la innegable batalla empresarial que se cuece detrás de los duelos tenísticos que han cautivado esta semana a Brisbane, Perth y Sidney.
El tenista serbio, cabeza del Consejo de Jugadores de la Asociación de Tenistas Profesionales, pasó de cuestionar el formato de la Copa Davis celebrada hace un mes en Madrid a reivindicar el espíritu de equipo que fomenta la ATP Cup australiana.
"La ATP Cup es una sensación parecida a la de un Mundial"
La veta del tradicional Gran Abierto de Australia como pistoletazo de salida a la temporada tenística ha abierto hueco a la apuesta de un emporio de intereses empresariales, en su mayoría australianos pero también internacionales, como el principal patrocinador de Roger Federer, Rolex o la surcoreana Kia, que impulsan la ATP Cup además de la poderosa Federación Australiana de Tenis.
La ATP Cup seduce a los tenistas
Un certamen que, como la Davis, apunta a hacer las veces de 'Copa Mundial' de Tenis. A diferencia de la Davis, donde todos los países juegan unas clasificatorias previas antes del torneo, la clasificación de las 24 selecciones de la ATP Cup (6 más que la Davis) está sujeta al puesto en el ranking del tenista número 1 de cada país, que a su vez tiene un mayor poder en las tomas de decisiones que en la Davis (federaciones). La ATP, con poder sobre el calendario, se ha reservado 10 días para su competencia frente a los 7 que 'apretujan' la Copa Davis, y por sus condiciones clasificatorias, se garantiza más 'cracks' que su competencia.
La ATP Cup, que además se celebra en época estival, reparte 15 millones de dólares a los jugadores - los mismos que la Davis, que da otros 8 a las federaciones - pero les ofrece el gran plus de hasta 750 puntos en el ranking individual de tenistas - su torneo rival no lo hace -, cifra que casi equivale a ganar un gran certamen individual o Masters 1.000. Un botín interesante para los tenistas cuya organización y aforo, en su primera edición, se han revelado por encima de las expectativas, pese a la insoslayable sombra del torneo celebrado hace un mes.
"La ATP Cup es una sensación parecida a la de un Mundial", ha llegado a señalar esta semana el propio Djokovic. Fuentes del mundo del tenis reconocen, sobre la ATP Cup, que los puntos que da para el ranking, su ubicación y cercanía en el tiempo con el Gran Abierto de Australia, le granjean un mayor simpatía de cara a los tenistas que la Copa Davis.
Desafío a una 'gris' Copa Davis
Todo un desafío, en definitiva, al que ha tenido siempre la marca de ser el torneo de naciones más prestigioso, ahora con un formato relanzado por el grupo de inversión Kosmos de Gerard Piqué y que celebró su primera edición el pasado noviembre en Madrid. Pasado ya un mes del evento, la organización de la Davis no ha respondido la petición de Vozpópuli sobre datos de balance y taquilla de un torneo para el que se esperaba una afluencia de 100.000 personas en una semana.
A diferencia del 'show' australiano, la primera de las copa celebradas en la capital de España ha recibido cuestionamientos de los propios jugadores en diferentes direcciones"
El ayuntamiento de Madrid y la Comunidad tienen en cualquier caso comprometidos 20 millones de euros de inversión, entre las Copas Davis de 2019 y 2020, y aspiran a retenerla en 2021, adelantó As. A diferencia del 'show' australiano, la primera de las copas celebradas en la capital de España ha recibido cuestionamientos de su activo esencial, los propios jugadores, en diferentes direcciones.
De Djokovic, por ejemplo, por el formato de su competición: "Tal vez el formato ideal está en algún punto intermedio entre éste y el antiguo (anual y con localías alternadas). Quizás crear un torneo élite de ocho selecciones o tal vez tener una o dos semanas previamente durante el año en las que las naciones puedan jugar en casa en los grupos clasificatorios previos", afirmó el serbio en plena competición."Las pistas de entrenamiento y de burbuja son bastante diferentes con respecto al estadio de juego. Es un hándicap que nos perjudica a todos", dijo por su parte el británico Andy Murray tras uno de sus encuentros. "Los horarios son malos para los aficionados y para los tenistas. La gente al día siguiente trabaja. Es un problema pensando en los jugadores, en los equipos y en el público", cuestionó el propio Rafa Nadal, a la postre campeón invicto del torneo con España.
2.700 millones en juego
Lo que parece evidente es que Kosmos, el grupo inversor de Piqué que compró a la Federación Internacional de Tenis los derechos de explotación de la Copa Davis por 2.700 millones de euros en 25 años, empieza a acusar presiones de su propio capital humano, los tenistas, para, o bien estirar su inversión o repartir el pastel dentro de una eventual fusión.
"Es confuso tener dos Mundiales de tenis en un mes. No es lo ideal para nuestro deporte, pero es lo que hay ahora. ¿Es concebible una fusión de las dos competiciones? Creo que el tenis se merece algo así", ha afirmado Djokovic desde Perth."No va a suceder en el 2021. Pero si las dos partes, la ITF (Federación Internacional de Tenis) que organiza la Copa Davis, y la ATP se reúnen muy rápidamente, podría suceder en 2022".
La previsión del proyecto de Piqué, que tiene a un importante conglomerado de inversores detrás como el CEO de Rakuten, Hiroshi Mikitani, o el fundador de Oracle, Larry Ellison, es que las rentabilidades lleguen en 2025 tras una evolución de ingresos de 100 millones anuales.
