Cada día nacen 100 niños menos que hace apenas cuatro años, en 2019. En lo que va de año se han registrado ya 17.000 nacimientos menos que en el mismo periodo previo a la pandemia. Si nos remontamos seis años, a 2017, las cifras son aún más dramáticas: casi 200 menos al día que dan como resultado 29.000 menos en cinco meses.

Sólo en el último año ha descendido otro 3%, registrándose ahora 20 nacimientos menos al día que en 2022 (3.000 menos en el acumulado de los cinco primeros meses), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Entre enero y mayo de este año han nacido 129.300 niños. En el mismo periodo de 2022, fueron 132.300. Y en 2019, 146.000. En definitiva, tras el periodo extraordinario de la pandemia y los confinamientos, la natalidad no consigue remontar y sigue en caída libre.

Respecto al año pasado, este descenso se observa en prácticamente todos los grupos de edad. En lo que va de año, sólo se ha registrado un incremento de los nacimientos respecto al 2022 entre las mujeres de entre 20 y 24 años. Sin embargo, si se echa la vista más atrás, al año precovid, sólo tienen más hijos ahora que en 2019 las mujeres mayores de 45 años.

Además, la tendencia es la misma en toda España. Todas las comunidades y ciudades autónomas registran menos nacimientos ahora que hace un año y que hace cuatro. Las mayores caídas se concentran en Melilla y Ceuta, con un 39% y un 25% menos que en 2019, respectivamente. Respecto al año pasado, caen un 18% y un 13%.

Los programas electorales

La natalidad ha sido, de hecho, uno de los ejes centrales de los programas electorales. En el caso del PP, lo fue primero de cara al 28-M y lo ha sido, después, para el 23-J. Alberto Núñez Feijóo denunció el pasado 25 de junio en un acto sobre familia y políticas sociales en Salamanca que "tener un hijo o una hija no puede ser un lujo", y vendió un permiso de cuatro meses antes de que el niño alcance los ocho años.

La idea de los populares de ensalzar la natalidad no es nueva. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, aprobará un Plan de Apoyo a las Familias con ayudas y bonificaciones a numerosas y monoparentales, así como una Ley de Familia de la Comunidad de Madrid que asegure "ponerlas en el centro de la actuación de todas las administraciones".

Asimismo, Vox ha puesto el foco sobre el incremento de la natalidad como única solución estructural a largo plazo para las pensiones. El partido de Santiago Abascal ya propuso el año pasado ayudas directas progresivas por número de hijos, bonificaciones fiscales para familias numerosas, préstamos sin intereses o avales bancarios a parejas jóvenes con hijos.

También el PSOE ha incluido propuestas en su programa electoral para aumentar la natalidad, con el foco puesto en las pensiones. Se compromete a reconocer un año de cotización a cada uno de los progenitores por el nacimiento o adopción un hijo, una medida "que redundará en la futura pensión".

Finalmente, desde Sumar venden una ayuda universal de 200 euros al mes "por hijo e hija" a cargo hasta que cumplan 18 años. En materia de cuidado, también proponen ampliar progresivamente hasta los seis meses los permisos de paternidad y maternidad, pide ampliar a diez semanas el nuevo permiso parental de ocho semanas, y prestaciones económicas para reducir la jornada a las familias con rentas más bajas.

La natalidad... y las pensiones

Los últimos datos publicados por el INE reflejan una realidad preocupante en términos demográficos, pero también económicos. Cada año que transcurre el problema de las pensiones crece, puesto que el sistema va integrando a más pensionistas con una esperanza de vida mayor.

La media de edad en España alcanza ya los 45 años, un nivel nunca visto en nuestro país y que supera la media de la Unión Europea. De hecho, junto a Portugal es el Estado miembro que más rápido está envejeciendo. En los últimos diez años, la media de edad ha pasado de los 40,8 a los 45,1 años, superando esa barrera por primera vez en la historia. Sólo en el último año ha crecido en 0,4 años.

Con los trabajadores potenciales en descenso, la cuestión es cómo mantener a los pensionistas, con una gran generación cerca de jubilarse (los conocidos como 'baby boom', hijos de la explosión demográfica de la posguerra, nacidos entre 1957 y 1977). Su jubilación amenaza con posicionar a España como el tercer país de la Unión Europea con mayor gasto en pensiones en 2050, tal y como refleja el Banco de España.

España tiene una de las tasas de dependencia más altas de Europa, con una media de dos trabajadores por pensionista. Esta se disparará en los próximos años con la jubilación de la generación del baby boom. Eurostat, la oficina estadística de la UE, espera que para 2050 haya menos de dos personas en edad laboral por cada persona mayor dependiente.

A esto se suma el 'estirón' que ha dado la nómina media por jubilación. En enero, cuando se llevó a cabo una revalorización general del 8,5% de las pensiones, conforme al IPC, los jubilados vieron crecer sus nóminas de media en algo más de 100 euros por primera vez en la historia. La pensión media mensual por jubilación se disparó de los 1.260 euros en los que se localizaba en diciembre de 2022 a los 1.368 euros.

Además, tras la revalorización de 2023, la pensión máxima superó por primera vez en la historia los 3.000 euros mensuales y de los 9,07 millones de personas que tienen una pensión contributiva en España, más de medio millón de pensionistas (unos 507.500 pensionistas a 1 de enero de 2023) cobran más de esa cuantía.

A esto se suma que la tasa de reemplazo o sustitución de España (en qué grado el sistema de pensiones sustituye el salario que tenía la persona cuando aún era trabajador) es elevada, próxima al 80%, respecto a la media de la OCDE (62%). Estos factores, junto al incremento constante de pensiones y pensionistas, aumentan progresivamente la factura y amenazan con desbordar el presupuesto.

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