La práctica del comercio electrónico o 'ecommerce' se ha triplicado en España durante la última década, hasta penetrar sobre un tercio de la población, que hoy efectúa sus compras a través de Internet, según se desprende de un informe del Consejo Económico y Social (CES).
En cambio, en la mayoría de los vecinos de la Unión Europea, el 'ecommerce' tiene mucha más relevancia y lo practican el 75 % de los ingleses, el 67 % de los daneses, el 64 % de los alemanes o el 49 % de los franceses, debido a una mayor "confianza" y seguridad en las compras y los medios de pago electrónicos, a través de los que se ejecutan sólo el 16 % de las transacciones en España.
El documento, titulado "Nuevos hábitos de consumo, cambios sociales y tecnológicos", se ha presentado esta mañana en Barcelona en la sede del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (CTESC) en una jornada organizada conjuntamente por ambas organizaciones para analizar los hábitos de consumo, las formas de economía colaborativa, los nuevos medios de pago y los efectos laborales y socioeconómicos que estos cambios pueden comportar.
Han acudido al evento el presidente del CES de España, Marcos Peña; el presidente del CTESC, Lluís Franco; el secretario general del departamento de Empresa y Conocimiento, Xavier Gibert; o el presidente de la Comisión de Trabajo de Salud, Consumo, Asuntos Sociales, Educación y Cultura del CES, Jordi García Viña, entre otros.
El documento pone de relieve que la rápida penetración de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los hogares, el mayor acceso a dispositivos conectados a la red, la irrupción de los 'smartphones' y el crecimiento de los medios sociales han provocado grandes cambios en los comportamientos de los consumidores y en sus hábitos de consumo.
Así, revela que entre 2006 y 2015 todas las partidas del gasto en los hogares se redujeron como consecuencia de la crisis económica a excepción del gasto en salud, que creció un 3,4 % durante este período, y del desembolso en la partida de comunicaciones, que aumentó cerca de un 26 % en todos los niveles de renta, en detrimento del gasto en el transporte, el ocio o la cultura.
Sin embargo, el informe señala que en España se siguen observando "diferencias considerables" entre distintos segmentos de la conectividad referidas, sobre todo, a la edad y al nivel de estudios, y constata que cerca de una quinta parte de la población adulta no usa Internet y que una tercera parte de los que lo hacen no poseen habilidades digitales o bien sus conocimientos son muy bajos.