El enfermo se desangra en la UVI, pero el médico se resiste a reconocer la posibilidad de un desenlace fatal. La metáfora sirve para reflejar la actitud con la que esta mañana ha comparecido en el Congreso el ministro de Economía, reacio a admitir que España se encuentra al borde del rescate total. ¿Se puede evitar el rescate?, le ha preguntado un periodista al vuelo. “Por supuesto”, ha sido su respuesta.
Guindos ha dejado dicho en la Comisión de Economía que el rescate que acaba de conseguir España para sus bancos en dificultades es sumamente ventajoso: plazo de 15 años con 10 de carencia y tipo medio de interés cercano al 1,5%. El primer desembolso de 30.000 millones, destinado a las entidades intervenidas, “será muy rápido”, ha advertido, aunque las reformas que promueve el Gobierno para descontaminar la banca de activos tóxicos caminarán algo más lentas: el llamado ‘banco malo’ no estará plenamente operativo hasta noviembre, ha reconocido el titular de Economía.
Guindos ha descrito el rescate bancario en un tono de optimismo que llevaría a pensar que España no se encuentra al borde de solicitar el gran rescate, como si, en realidad, todavía tuviera tiempo de sortear el peor de los escenarios. ¿Se puede evitar? “Por supuesto”, ha respondido. Y, además, ha culpado de las tensiones en los mercados no a los desequilibrios que arrastra la economía española, sino a las dificultades “para reforzar la estructura económica del euro”.
La fragmentación entre países con la deuda gratis y los que pagan mucho se debe al retraso en la unión bancaria, según el ministro
A juicio de Guindos, la fragmentación en los mercados de deuda, con países que se financian de forma gratuita y otros, como España, que lo tienen que hacer al coste más elevado de su historia, obedece al retraso de la unión bancaria y fiscal en la eurozona. Y es en este contexto en el que el ministro ha pedido a Europa “una actuación urgente” que sirva para evitar el camino hacia el rescate total. En su opinión, “la irracionalidad de los mercados solo puede ser abordada con determinadas actuaciones muy específicas que van más allá de los gobiernos”, en una clara alusión al Banco Central Europeo y a las resistencias de su presidente, Mario Draghi, a la compra de deuda.
Guindos ha añadido que el Gobierno “ha hecho lo que tenía que hacer” al poner en marcha el proceso de ajuste del déficit público y el saneamiento del sistema financiero. Y cree que “el rompeolas de la incertidumbre es España”, aunque la crisis de la deuda afecta al conjunto de la zona euro. En un nuevo intento de evitar la sensación de una situación excepcional, el ministro ha llegado a decir que la cena que mantendrá mañana con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble estaba prevista desde hace tiempo y no tiene nada de extraordinaria. ¿Está la situación bajo control? El Gobierno tiene sumo interés en aparentar que sí.
