Economía

Medicina preventiva: China y Europa sacan su artillería ante la desaceleración

Ambas potencias han recortado sus previsiones de crecimiento y han anunciado medidas de estímulo

  • Los presidentes de China y Alemania, Xi Jinping y Angela Merkel

En una misma semana, la Unión Europea y China -que junto a EEUU son las mayores potencias económicas del mundo- han reconocido que su crecimiento se ralentiza y han tomado medidas de urgencia para evitar que el frenazo sea demasiado brusco.

En su Asamblea Popular Nacional (el poder legislativo del país, que se reúne en marzo cada año), China ha fijado su objetivo de crecimiento para 2019 en el rango del 6% al 6,5%, lo que supone una rebaja de cinco décimas respecto a la subida del PIB que se registró el año pasado.

Para alcanzarla, el gigante asiático ha anunciado una paquete de medidas de estímulo fiscal valorado en 4,15 billones de yuanes (550.000 millones de euros), que incluye rebajas de impuestos a las familias y a las cotizaciones sociales de las empresas, una reducción del IVA al sector manufacturero (del 16% al 13%), aumento de la inversión en infraestructuras y potenciación adicional al crédito a las pymes.

Con estas medidas -que quizá constituyen la última bala en la recámara para la economía china, después de las bajadas de tipos de interés ya anunciadas- se compensará el cambio de modelo de productivo hacia uno en el que el crecimiento no se sustente en la deuda.

El Banco Central Europeo (BCE), máxima institución de política monetaria de la Eurozona, también ha salido al rescate esta semana, anunciando que mantendrá los tipos de interés en el nivel actual al menos hasta el final de 2019 y presentando una nueva línea de liquidez para los bancos de la región.

Pero antes de poner este 'tratamiento', Mario Draghi, presidente del BCE, 'diagnosticó la enfermedad': la economía de la zona euro no crecerá un 1,7% este año como estaba previsto sino que se ralentizará hasta el 1,1%. Se mostró así en línea con otros organismo como la Comisión Europea (que también ha rebajado su pronostico hasta el 1,3%) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (que prevé que crezca un 1%).

Si mejora China, mejora Europa

Los expertos coinciden en que aunque la reacción inmediata de los mercados a estas medidas ha sido de preocupación, porque implica pérdida de pulso económico, su efecto será positivo para cada una de las dos economías, que además están muy interrelacionadas.

"Esperamos un repunte en el crecimiento de China a partir del segundo trimestre en adelante sustentado en la menor incertidumbre y los estímulos fiscales y monetarios. El crecimiento económico ganará fuerza hasta el último trimestre, impulsado por un mayor crecimiento de la demanda nacional", señala la aseguradora Euler Hermes en un informe, en el que vaticina un crecimiento para el país del 6,4%.

Por su parte, la gestora de fondos del banco estadounidense JP Morgan señala que los estímulos del BCE "deberían ayudar a estabilizar la confianza y la actividad en la zona euro", pero que "para que haya un cambio sustancial en Europa hay que mirar más lejos y ver lo que ocurre en Pekín". 

Esto se debe a que "es necesario que la actividad económica china se reactive de manera sustancial para que Europa registre una reaceleración significativa en el transcurso del año", ya que la caída de la demanda por parte de China perjudica a las exportaciones del viejo continente.

"Europa es bastante más sensible a la economía china de lo que muchos piensan"

"A medida que los estímulos comiencen a hacer efecto en China, Europa debería notar la mejoría”, vaticina Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments.

Algo menos optimista se muestra Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, quien cree que "el debilitamiento del crecimiento en China, las condiciones globales más estrictas a nivel mundial, la incertidumbre relacionada con el comercio y algunos factores específicos de cada país se combinaron para ejercer de lastre en las economías europeas el año pasado", lo que ha afectado especialmente a algunos países como Alemania.

La experta señala que "es difícil argumentar que estos vientos en contra estén amainando de manera significativa", porque todavía es difícil saber "si los estímulos anunciados esta semana por el gobierno chino serán suficientes para provocar un rebote a corto plazo".

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