La CEOE atribuye la brecha salarial de género, entre otros factores, a una menor propensión de las mujeres a asumir riesgos y a negociar y competir, según un informe difundido este viernes por la patronal coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.
Sin embargo, la influencia de los efectos de los distintos rasgos psicológicos y habilidades no cognitivas de hombres y mujeres sobre sus salarios y carreras profesionales "no es muy elevada", señala el estudio, elaborado en colaboración con PwC.
Del informe se desprende que las mujeres presentan ventajas en áreas como las relaciones interpersonales, mientras que los hombres "parecen contar con una mayor propensión a asumir riesgos y a negociar y competir".
Aunque la brecha salarial ajustada -que permite observar las diferencias de salarios por géneros ante un mismo puesto de trabajo- se ha reducido en casi un tercio entre 2002 y 2014, al pasar del 16,9 al 12,2 %, las remuneraciones salariales totales percibidas por las mujeres españolas en 2014 fueron un 23 % inferiores a las de los hombres, según datos del INE.
Si se tienen en cuenta las diferencias en el número de horas trabajadas, esa brecha se reduce al 14 %.
En el informe, PwC ha elaborado un modelo econométrico que permiten comparar los salarios por hora de hombres y mujeres, aislando los efectos generados por las diferencias en las características socioeconómicas y del puesto de trabajo.
Si se desglosa la brecha salarial según los distintos componentes del salario, se observa que la brecha es más reducida en el salario base (5,9 %) que en el resto de compensaciones salariales (28,7 %).
Esto se debe a que algunas compensaciones adicionales al salario base, como horas y pagas extra, nocturnidad o turnicidad, están más presentes en tipologías de trabajos y sectores con mayor presencia masculina, y que no son discriminatorias en sí mismas.
En el informe se citan estudios internacionales que apuntan a la maternidad como una de las principales causas subyacentes de la brecha salarial ajustada, ya que se observa una brecha salarial entre las mujeres con y sin hijos, que por ejemplo en Dinamarca alcanza el 23 %, en Alemania el 18 %, en el Reino Unido el 12 % y en EEUU el 12 %.
El estudio también pone de manifiesto que la brecha salarial entre hombres y mujeres es más alta cuanto mayor es la edad de los trabajadores, para rozar el 15 % entre los mayores de 59 años; que aumenta con la antigüedad en la empresa, y que se reduce en los niveles educativos más altos.
Por sectores, se sufre una brecha más elevada en el suministro energético (16,6 %) o la construcción (14 %), y es más reducida en ámbitos como la hostelería (5,5 %) o la educación (5,5 %).
A pesar de contar de manera general con un mayor control de las condiciones salariales y una aplicación más objetiva y generalizada de la normativa laboral, también se observa la existencia de brecha salarial en el sector público que, aunque más reducida que la media del sector privado, asciende a casi un 7 %.
Entre las propuestas para combatir las brechas salariales de género, el informe propone impulsar su medición, fomentar la corresponsabilidad de hombres y mujeres en el ámbito familiar, crear un sistema eficaz de apoyo a las familias, favorecer la participación de la mujer en los órganos de decisión de empresas e instituciones y sensibilizar a toda la sociedad en materia de igualdad.