Las imágenes de miles de personas en Ucrania haciendo cola en los cajeros automáticos para sacar dinero en efectivo, junto a las medidas restrictivas adoptadas por el banco central ucraniano sobre el dinero electrónico, han vuelto a poner de manifiesto el papel del dinero efectivo como reserva de valor y factor de seguridad, para personas, empresas y gobiernos, especialmente en los contextos más convulsos.
Ya el Grupo de Trabajo sobre Pagos Minoristas del Banco Central Europeo abordaba en su último informe la importancia del dinero en efectivo como un respaldo imprescindible del sistema de pagos, un ‘back up’ al sistema financiero y económico imprescindible. Cabe recordar que el pasado mes de octubre, cuando el “gran apagón” amenazaba Europa, las recomendaciones de algunas autoridades apuntaban al efectivo como elemento clave en los ‘kits’ de productos esenciales.
De hecho, en los EEUU, cuando se acerca un huracán, el primer efecto es una demanda súbita de dinero en efectivo, que puede llegar hasta el 500%, según expertos de la Reserva Federal Estadounidense (FED). La circulación del dinero es clave en situaciones extraordinarias, tal y como ya ocurrió en la pandemia: en el año en el que estallaba la emergencia sanitaria de la covid-19, en 2020, la FED confirmaba que la cantidad de moneda en circulación se disparaba a un ritmo nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial, con un total en circulación que se disparó a 2,07 billones de dólares. Y lo mismo ocurría en Europa, donde el Banco Central Europeo informaba de que, entre el 13 de marzo y el 10 de abril de 2020, el valor del dinero en circulación aumentó en 46.689 millones de euros.
Y es que la necesidad de la población de aumentar la disponibilidad de efectivo en tiempos de inestabilidad es una realidad. Para la asociación de usuarios financieros Asufin, “la guerra en Ucrania pone en evidencia que el efectivo no puede desaparecer y apelan a la importancia de mantener el dinero físico, frente a la alta digitalización de nuestras economías, como modo de salvaguardar las economías domésticas, en un contexto de alta incertidumbre”.
Preguntados sobre esta cuestión, desde la Plataforma Denaria apuntan a que “asegurar el dinero efectivo es un factor de seguridad nacional, como garantizar su acceso y uso es un elemento fundamental para la tranquilidad, seguridad y bienestar de las personas y empresas”.