El Gobierno ha cifrado en 470 millones de euros el gasto que ha tenido que realizar en 2019 para la celebración de elecciones, que incluyen las generales del 28 de abril, las autonómicas y municipales del 26 de mayo, las europeas del 26 de mayo y la segunda convocatoria de elecciones generales el 10 de noviembre.
Esta partida de gastos ha provocado que el dinero destinado a consumos intermedio sea superior al que el Ejecutivo había recogido en su Programa de Estabilidad y Crecimiento de abril y ahora supongan un 5% del PIB, según ha recogido en su Proyecto Presupuestario 2020 remitido este martes a Bruselas.
"Destacando en esta previsión el impacto de los procesos electorales que finalmente se van a llevar a cabo en el ejercicio y que en su totalidad se estiman en 470 millones de euros. Para 2020, atendiendo al comportamiento observado en las Administraciones Territoriales, se prevé que se mantenga en el 5% del PIB", señala el ejecutivo en su Proyecto Presupuestario de 2020.
La presión fiscal superará el 36% del PIB en 2020
En total, el Gobierno estima que los gastos supondrán en 2019 un 41,3% del PIB (frente al 41,7% del año pasado), mientras que la partida de ingresos espera que suba desde el 39,2% en 2018 hasta el 39,3% del PIB este año.
Para 2020 estima que los ingresos aumentarán hasta el 39,6% del PIB y los gastos se mantendrán estables, en el 41,3%.
El hecho de no haber podido hacer reformas fiscales ni incorporar nuevas medidas tributarias -al tener que seguir con los Presupuestos prorrogados de 2018- implica que la presión fiscal (la proporción de ingresos por impuestos sobre PIB) aumentará en 2019 desde el 35,4% del PIB en 2018 hasta el 35,8% del PIB. Para 2020 estiman que la presión fiscal suba hasta el 36,1%.