Fitbit planea dar un giro a su estrategia de negocio, tras la mala situación que atraviesa. Se centrará en el mundo del Big Data, el software y los servicios.
Fundada como un negocio de fabricación de relojes inteligentes en 2007 -es la parte nuclear de su negocio hoy en día-, su potencia ha ido decreciendo a medida que han ido apareciendo otros actores en el sector de los también llamados smartwatches.
Como en el caso de otras grandes tecnológicas, la vía de salida para intentar crecer a mayor ritmo está en el dato. Los usuarios que poseen un reloj inteligente lo conectan a un móvil que sube la información a la nube -o la suben por sí mismos-.
Hablamos de datos como el pulso cardiaco, la distancia caminada, el deporte que hemos hecho, las calorías ingeridas, calidad del sueño, nuestro peso, edad, altura...
Esa información es de mucho interés para multitud de compañías. Desde restaurantes hasta aseguradoras, pasando por seguros médicos, tiendas de ropa... El reloj es capaz de extraer un perfil de usuario con características muy precisas. Un potencial cliente.
Durante la presentación en Madrid del Fitbit Versa 2 en Madrid, último dispositivo de la compañía, su responsable en nuestro país, Laura Moriñigo, explicaba en pocas palabras, y sin mucho detalle, esta nueva vía de negocio.
"Fitbit Premium es un servicio que permitirá ofrecer al usuario información personalizada sobre lo que hace, como elaborar programas personalizados para mujeres que han acabado la baja de maternidad, para gente que no ha corrido nunca, y ayudará a dormir a cada persona en función de su perfil", ha explicado Moriñigo. Además, ha anticipado que esta nueva área se presentará el año que viene en un gran evento.
"En resumidas cuentas, pasamos de ser una empresa de hardware a ser una empresa de software y servicios. Esto nos abre una puerta para entrar en otros negocios B2B (entre empresas)", ha concluido sin dar más detalle.
Fitbit Versa 2
El equipo presentado por la compañía cuenta con Amazon Alexa integrada, además de un lector de ritmo cardíaco que puede funcionar las 24 horas del día.
El Fitbit Versa 2 es capaz de monitorizar el sueño y su batería, según el fabricante, alcanza casi la semana de uso (seis días).
Es posible añadir una tarjeta de crédito al sistema para pagar acercando la muñeca a los terminales de pago de cualquier comercio. Su pantalla es táctil y es capaz de monitorizar deportes como la natación (se puede sumergir 50 metros), correr, ciclismo o andar, entre otros. Su precio es de 199 euros.