Los consumidores de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de electricidad han pagado desde 2009 un total de 1.682 millones de euros más por la parte de su recibo que corresponde al coste de la energía. Cerca de la mitad de esta tarifa corresponde al coste de la energía y se fija cada tres meses en las subastas de Cesur, de las que sale el precio que pagará el consumidor final durante los tres meses siguientes.
Según ha indicado en declaraciones a Europa Press el experto en regulación y miembro de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético Jorge Morales de Labra, desde 2009 este precio ha sido superior al que marca el mercado minorista, salvo en una ocasión puntual. El problema, ha señalado Morales, es el que consumidor está pagando durante tres meses un precio fruto de la subasta muy superior al real, y que todo el dinero que se paga de más se va en buena parte a la cadena de producción y comercialización de electricidad, así como a intermediados financieros que especulan con la electricidad.
Por ejemplo, durante el primer trimestre de 2013, los consumidores pagaron 45,51 euros por megavatio hora (MWh) en su factura, mientras que el precio del mercado minorista ha sido de apenas 18 euros. Dicho de otro modo, lo han disfrutado del abaratamiento del mercado, sino que han pagado 2,5 veces más. Morales, socio protector de la Fundación Renovables y director general de la empresa energética GeoAtlanter, ha explicado que este desfase se da desde la etapa como ministro de Industria de Miguel Sebastián, ya que fue en 2009 cuando se creó este mecanismo. Por entonces, ya pidió a los técnicos del Ministerio que al menos informaran a los consumidores de esta diferencia.
Según sus cálculos, a partir de datos del operador del mercado Omie, hasta marzo de 2013 los consumidores han pagado 276 millones de más por la energía, lo que no ha sido un hecho aislado: en 2009 pagó 445 millones; en 2010, 498 millones; en 2011, 203 millones, y en 2012, 258 millones. Únicamente en el tercer trimestre de 2011 el precio de la subasta ha sido inferior al del mercado minorista. Se da la circunstancia además de que este fue precisamente uno de los dos trimestres usados por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para investigar el funcionamiento de las Cesur, con lo que el regulador no encontró anomalías, ha lamentado Morales.
"El consumidor no se está beneficiando de unas subastas que no tienen en cuenta la evolución del mercado", ha afirmado, antes de recordar que antes de 2009 las diferencias entre las previsiones y el resultado del trimestre se compensaban trancurridos los tres meses, con lo que el usuario podía recibir lo pagado de más, lo que ahora no ocurre.