Tres años después de que se anunciara la fusión entre Banesto y Santander aún restan coletazos que diferencian las condiciones laborales entre las plantillas que conforman el grupo con sede en Boadilla. Hasta la fecha, los trabajadores de la antigua filial siguen manteniendo suelos en sus préstamos hipotecarios, una cláusula que, sin embargo, no aparece en las hipotecas firmadas por la plantilla ni los clientes de Santander. El fallecido Emilio Botín nunca se mostró favorable a armonizar estas condiciones. Ahora, Ana Botín ha enmendado la decisión del antiguo presidente.
La entidad rubricará esta semana con los sindicatos la eliminación de las cláusulas suelo para los 4.000 trabajadores de Banesto que aún se mantienen en el grupo tras el proceso de prejubilaciones y salidas pactadas efectuadas desde que se concretó la fusión en el primer trimestre de 2013. La medida supondrá un importante ahorro para la plantilla, que hasta la fecha pagaban un típo mínimo del 1,5%, y un coste para el banco en el entorno de los 4 millones de euros, según los cálculos que manejan los sindicatos.
"Ana Patricia mostró desde que llegó a la presidencia una mayor sensibilidad para solucionar este tema. En el cambio de dirección también ha influido su pasado al frente de Banesto", explican fuentes sindicales. La eliminación de las cláusulas suelo se efectuará tanto en los créditos hipotecarios como en los de consumo. Los trabajadores afectados verán reducida la cuota de su hipoteca a lo largo del próximo trimestre, ya que aún no está cerrada completamente la entrada en vigor de la medida porque aún faltan flecos de fiscalidad por cerrar. Las nuevas condiciones se aplicarán sobre el saldo vivo a la fecha de la solicitud, por lo que no existirá efecto retroactivo.
La medida supondrá un importante ahorro para la plantilla, que hasta la fecha pagaban un típo mínimo del 1,5%, y un coste para el banco en el entorno de los 4 millones
La eliminación de los suelos implicará también la armonización de otra serie de condiciones. Para los préstamos destinados a la adquisición de una vivienda, se amplía el límite de 5 a 6 anualidades. Hasta esa cantidad, las suma de seis anualidades de cada trabajador, las nuevas condiciones hipotecarias se reducen hasta el 65% del euríbor. Si el saldo vivo de la hipoteca supera esa seis anualidades, los trabajadores recibirán las mismas condiciones de un cliente preferencial, con un diferencial de euríbor más 1,5%. Además, la novación de la hipoteca se efectuará en contrato privado libre de gastos para los trabajadores.
También hay cambios en los plazos. Los plazos de amortización pasarán a 25 años y, excepcionalmente, a 30. Además, la tasa de endeudamiento sube del 30 al 35% de la retribución de cada trabajador.
La adscripción a estas nuevas condiciones será individual y voluntaria y podrán acogerse todos los trabajadores y trabajadoras que estuvieran en activo a la fecha de la firma del Acuerdo de fusión, el 15 de marzo de 2013, independientemente de su situación actual: sea personal activo o pasivo o que hayan pasado a Empresas de Grupo o participadas.