Las expectativas de las empresas para el próximo año en generación de empleo no son nada favorables. Las que se han acogido a Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) son las que tienen una visión más pesimista del 2021: un 58,5 por ciento de las mismas tendrá tendencia a disminuir su plantilla el próximo año, mientras que entre las que no han realizado ERTE el porcentaje se reduce hasta el 23,1%.
Teniendo en cuenta el sector, las industriales son las que peor futuro auguran para sus plantillas. También las empresas familiares presentan una situación más desfavorable para el 2021.
Estas son algunas de las principales conclusiones que se desprenden del informe Impacto económico de la covid-19 sobre la empresa, publicado por el Consejo General de Economistas (CGE) y el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI). Para su elaboración se realizó una encuesta a 1.225 empresas españolas, 670 firmas y despachos profesionales de economistas y 492 de graduados e ingenieros técnicos industriales entre el 11 de mayo y el 4 de junio de 2020.
De las 2.387 empresas que se han tenido en cuenta para el informe el 35,7% han reducido el número de sus trabajadores, el 61,6% lo ha mantenido y tan solo el 2,6% lo ha aumentado comparando datos anteriores y posteriores a la crisis sanitaria del coronavirus.
El estudio también recoge el impacto de la pandemia en las ventas: el 88,3% de las empresas asegura que han disminuido y sitúan la reducción en un -43,4%, siendo las microempresas las que han experimentado una mayor caída hasta la fecha de realización de la encuesta.
Cualquier debate que plantee cambios en las relaciones laborales introduce incertidumbre a la hora de contratar"
Sobre las respuestas y las malas expectativas de las empresas, Valentín Pich, presidente del CGE, pone de relieve el impacto y la "inquietud" que generan en las mismas los debates políticos y económicos. "Cualquier debate que plantee cambios en las relaciones laborales introduce incertidumbre a la hora de contratar", señala en conversación con Vozpópuli. Por este motivo, pide concreción a la hora de anunciar reformas.
Medidas que piden las empresas
Entre las peticiones de los encuestados se encuentran la reducción de cuotas a la Seguridad Social, una bajada de impuestos y flexibilidad laboral —aspectos especialmente demandados por las empresas acogidas a un ERTE—. "También reclaman medidas estratégicas y de reactivación, entre ellas, ayudas o planes para inversiones productivas, de estímulo a los consumidores y para la digitalización, tanto del lado de la oferta
como de la demanda”, sostiene Pich.
El presidente del CGE destaca la importancia de la financiación, pero le resulta "curioso" que en la encuesta este tema "no ha sido determinante" si se compara con la crisis de 2007. "Algo ha hecho la Administración pública con los avales, con los bancos haciendo de gestores, el aplazamiento de impuestos, sobre todo las pymes, y los ERTE, con todas las dificultades del mundo. La gran pregunta ahora es cómo estas empresas volverán a salir con el nuevo modelo de ERTE que se ha aprobado", concluye.
