La expansión del teletrabajo, por la crisis del coronavirus, está provocando que los gobiernos de todo el mundo, también el de Pedro Sánchez, comiencen a regular la actividad del trabajo a distancia. El primer banco español, Santander, advierte que esta nueva realidad laboral puede afectar a su negocio y elevar sus costes.
La entidad presidida por Ana Botín ya sabe lo que es operar en un mercado en el que está regulado el teletrabajo. En Chile, donde Santander emplea a 10.900 personas (29.000 en España), el pasado 24 de marzo entró en vigor la Ley 21.220, que regula las condiciones de empleo de los teletrabajadores.
"Es probable que estas nuevas obligaciones afecten directamente los costes de las empresas que desarrollan sus actividades sustancialmente a través del teletrabajo", informa Santander Chile en un reciente comunicado enviado al regulador del mercado estadounidense, la SEC.
El pasado 10 de marzo Santander envió a 10.000 de sus empleados en Madrid a trabajar en sus domicilios
"Las obligaciones establecidas en el la Ley de Teletrabajo pueden conducir a un aumento material en nuestros costes laborales", afirma Santander Chile en su comunicado. "Además, no podemos asegurar que este cambio o cualquier cambio regulatorio futuro relacionado con el teletrabajo o las condiciones de trabajo no tengan un impacto material en nuestro negocio", añade.
La norma chilena crea una serie de obligaciones para las empresas con sus empleados que trabajan desde casa o desde un lugar que no sea la oficina, teniendo que firmar las dos partes un acuerdo "de trabajo a distancia".
La Ley de Teletrabajo de Chile brinda la posibilidad a las partes de establecer horas de trabajo semanales totales, que el empleado puede distribuir según su conveniencia. Los teletrabajadores cuentan con "el derecho a la desconexión, según el cual el empleado tiene derecho a desconectarse del trabajo y no recibir comunicaciones de la empresa durante 12 horas en un periodo de 24 horas", explica Santander.
El anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio de Trabajo contempla que los teletrabajadores tendrán derecho al horario flexible
De acuerdo a la ley chilena de teletrabajo, las empresas además tienen que proporcionar a los empleados las herramientas de trabajo necesarias para llevar a cabo sus funciones a distancia; pagar los costes de operación, funcionamiento, mantenimiento y reparación de los elementos necesarios para la prestación de los servicios de forma remota, que incluyen internet y electricidad.
Santander explica que, como resultado de la pandemia de covid-19, aproximadamente el 95% de sus empleados corporativos en Chile, cerca de 6.500 personas, están teletrabajando.
Anteproyecto en España
El Gobierno español trabaja en la regulación del teletrabajo. El Ministerio de Trabajo ha elaborado un anteproyecto de ley según el cual los teletrabajadores tendrán derecho al "horario flexible".
La entidad prevé que en septiembre culmine la llegada a su sede situada en Boadilla del Monte de 8.000 empleados
El texto normativo del Ministerio que dirige Yolanda Díaz, que se encuentra en audiencia pública, fija que los costes que conlleve para el trabajador el desarrollo del trabajo a distancia deberán ser sufragados en su "totalidad" por la empresa.
El pasado 10 de marzo Santander se adelantó al estado de alarma decretado por el Gobierno cuatro días después y envió a 10.000 de sus empleados en Madrid a trabajar desde sus casas.
A finales del pasado mes de mayo la entidad comenzó a reincorporar a sus trabajadores a las oficinas y prevé que en septiembre culmine la llegada a su sede situada en Boadilla del Monte de 8.000 empleados.