Empresas y trabajadores negocian subidas salariales en convenio a espaldas de los sindicatos. Se trata de alzas no ligadas al IPC, sin las cláusulas de revisión que están exigiendo CCOO y UGT, y en las que las compañías complementan la subida que ofrecen con aportaciones a planes de pensiones, según trasladan fuentes empresariales y sindicales a Vozpópuli. Las centrales sindicales están reclamando que no se firme ningún convenio que no contenga estos compromisos, pero la realidad de cada empresa manda y son muchas las que buscan acuerdos adaptados a sus circunstancias y fuera de estas consignas.
La subida directa sumada a la que se articula a través de los planes de pensiones suele ser algo inferior al IPC, en un momento en el que las empresas no tienen músculo para sostener subidas ligadas a la inflación. Se trata de una modalidad de subida salarial que no es nueva, trasladan fuentes de UGT, que apuntan que consideran que "puede ser un complemento, pero nunca una sustitución de una subida salarial", y que suele darse en grandes empresas, que pueden afrontar estos planteamientos.
Muchas de estas subidas las negocian los sindicatos, pero su realidad es diferente a la de las grandes centrales sindicales. En otras empresas no sindicalizadas, lo hacen los propios representantes de los trabajadores.
Este escenario se está dando cuando la negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) está paralizada desde antes de Semana Santa y se prevé que, una vez pasada la festividad el Trabajo del 1º de mayo, se retome esta semana.
Y cuando los sindicatos han amenazado a la patronal con huelgas como la del metal de Cádiz si no sube salarios con el IPC. Con "conflictividad creciente" y "tensionar los convenios", con este paro extremadamente violento en la retina. Fuentes sindicales apuntan que los sindicatos tienen mucha fuerza en la construcción, que negocia convenio sectorial, y en el metal.
El 8 de abril, los secretarios generales de las patronales en CEOE rechazaron la última propuesta de los sindicatos, que suponía una subida del 3,4% en 2022, 2,5% en 2023 y 2% en 2024, con cláusulas de revisión del 50%. A su vez, la patronal ofreció una subida salarial del 8%, muy similar, pero sin cláusula de revisión. Los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, aseguraron en la presentación del Manifiesto del 1º de mayo que no habían recibido esta propuesta, que vieron en los medios.
En su primer anuncio del plan de choque contra la guerra de Ucrania en el Congreso, el pasado 2 de marzo, Pedro Sánchez reclamó a patronal y sindicatos un pacto de rentas como plato principal del citado plan en el que unas contuvieran márgenes y otros, salarios. Los agentes sociales rechazaron lo que consideraron una intromisión en una negociación bilateral que ha caminado a la par del retraso de las medidas del Gobierno y que ahora se retomará ya en mayo, con una inflación en el 8,4%, tras haberse situado en el 9,8% en marzo.
Pacto de rentas de facto
A diferencia de Pedro Sánchez y Nadia Calviño, que han instado a empresas y trabajadores a ceder cada uno en lo que le toca, Yolanda Díaz se ha posicionado del lado de los trabajadores y ha considerado que las empresas deben aportar más, aunque se ha referido a continuación a las "grandes empresas", porque cree que, con unos beneficios del "calibre" que están obteniendo, tienen margen para subir los salarios de sus trabajadores.
El Banco de España ha alertado de que a la espera de que haya acuerdo, ahora mismo el pacto de rentas que reclama el Gobierno ya se está produciendo de facto. La subida salarial pactada en convenio de marzo fue del 2,36%. El 28,7% de los asalariados cuenta con revisión al IPC. Muy poco para los sindicatos, pero mucho para la patronal.
