La 'vía Medel' ha dado una solución a Unicaja pero ha terminado por condenar a su socio, Caja España-Duero. La entidad que preside Evaristo del Canto tiene previsto solicitar una prórroga de dos años para liquidar el pago del capital recibido de las dos inyecciones recibidas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La primera en forma de préstamo, del FROB 1, de 525 millones, y la que recibirá en forma de 'cocos' de 475 millones, solución articulada para cerrar la fusión con Unicaja. El pasado viernes, el Consejo de la caja castellanoleonesa aprobó aumentar el calendario del pago de 5 a 7 años, como contempla la ley del FROB.
El motivo no es otro que Caja España-Duero sólo cuenta como ingresos con los beneficios que pueda obtener de su participación del 30% en Unicaja Banco, la entidad que recibirá el personal, activos y pasivos de las cajas presididas por Braulio Medel y Evaristo del Canto. Una cifra que, según se explicó a los consejeros de la caja castellana, no es suficiente para cubrir el pago de los intereses anuales del FROB. Un total de 86 millones anuales, según fuentes del Consejo.
De acuerdo con el plan de negocio proyectado para la entidad común, y en el caso de que se decidiera el reparto del 100% de los beneficios, Caja España-Duero, a través de su banco, apenas recibiría 42 millones en este 2012. Las cifras, aunque se incrementan en siguientes ejercicios, siguen siendo insuficientes. Así, en 2013, el 30% de los beneficios significarían un total de 48 millones, mientras que, un año después, la cifra se eleva hasta los 56 millones.
No será hasta 2017, cuando el reparto de dividendos posibilitaría a Caja España-Duero poder cubrir el pago anual de los intereses de los dos préstamos del FROB, siempre que el consejo de administración de Unicaja Banco deciciera mantener el reparto del 100% de los beneficios. Sin embargo, quedarían pendiente las amortizaciones.
"En la situación actual, no queda más remedio que llegar a un acuerdo con el Banco de España para buscar una solución para el pago del capital e, incluso, de los intereses", aseguran varios consejeros de la entidad castellanoleonesa. La primera vía ha sido acordar la ampliación del plazo de 5 a 7 años. "Pero seguro que habrá que llegar a otros acuerdos con el supervisor. Al haber traspasado todo el negocio financiero a Unicaja Banco y no tener otra vía de ingresos, no queda más remedio", reflexionan un par de consejeros.
Otra fusión como vía de escape
Otra de las posibles soluciones sería una nueva operación coorporativa, siempre que el comprador integrase a Unicaja Banco y lo diluyera en su accionariado, como ha sucedido en el proceso de compra de CaixaBank con Banca Cívica. "Para ello, la compra tendría que efectuarla un grande. Y las negociaciones no van así encaminadas. Si se hace una futura operación, se contempla una fusión de igual a igual", explica un consejero de Caja España-Duero.
Antes de cerrarse definitivamente la fusión con Caja España-Duero, Medel intentó retomar la vía con Liberbank, como adelantó Vozpópuli. Incluso se produjeron contactos entre Medel y Manuel Menéndez, presidente del banco liderado por Cajastur. Sin embargo, el número uno de Unicaja se llevó la negativa de Menéndez.
En esta nueva operación, Medel quería tener el control. De hecho, en el plan que le expuso a Menéndez, Unicaja, Cajastur y Caja Extremadura aglutinarían el 75% de las acciones de la nueva entidad. Unicaja sería la entidad dominante con el 37%, seguida de Cajastur (27%) y la entidad extremeña (11%). Mientras, Caja España-Duero detentaría el 18% y Caja Cantabria, únicamente el 7%.
"La opción era implanteable para Menéndez. Primero, porque no está acuciado como Medel por encontrar una solución. Segundo, y fundamentalmente, porque Menéndez quiere liderar la nueva entidad que salga del proceso que está inmerso Liberbank", explican en el sector.