Reformas, reformas y más reformas. BBVA sigue alentando al Gobierno a que continue con su agenda de ajustes para cumplir con el objetivo de déficit del 5,3% del PIB al final de este ejercicio. Aunque esa senda implique la intervención de alguna comunidad autónoma, como puede suceder en las próximas semanas. Incluso, el banco que preside Francisco González no descarta que el Ejecutivo de Rajoy tenga que tomar algún tipo de medida adicional (subida del IVA o recorte del salario a los funcionarios son algunas de las que se vienen barajando) para lograr la cifra exigida por Bruselas.

"Es tan importante que cumpla el Estado con sus objetivos de déficit como las comunidades autónomas. Si no es así, no le quedará más remedio al Estado que tener que acudir a una intervención de una comunidad autónoma para cumplir con el objetivo del 5,3%. En estos momentos, las comunidades autónomas son tan o más importantes que el Estado", aseguró Ángel Cano, consejero delegado de la entidad, en la presentación de resultados del primer trimestre. Entre enero y marzo, el grupo logró un beneficio de 1.005 millones, un 12,6% menos del mismo período del año anterior, tras dotar únicamente 174 millones de los 1.360 millones que le exige el Plan de Guindos.

Según las previsiones de BBVA Research, el servicio de estudios del banco, la economía española retrocederá este año un 1,3 %, cuatro décimas menos de lo que prevé el Gobierno, gracias a medidas beneficiosas sobre el crecimiento económico como el pago de las administraciones a proveedores. Además, el banco calcula que a finales de 2012 o comienzos de 2013, "con cierta seguridad", España saldrá de la recesión en la que técnicamente ha entrado al cierre del primer trimestre de este año. Por esta razón, Cano solicitó tiempo a Europa y los mercados para ver los resultados de todo el paquete de reformas que se están implementando.

Una de estas medidas a futuro que está preparando Economía es la creación de diferentes sociedades inmobiliarias para que las entidades puedan aparcar sus peores activos inmobiliarios durante un plazo de 10 años, con el fin de gestionarlos por separado y facilitar su venta. En opinión de Cano, para BBVA no supone ninguna ventaja crear un "banco malo" o una sociedad que les permita sacar del balance su riesgo inmobiliario.

Es más, ha considerado que unirse con un socio para crear esa sociedad puede hacer que les pidan un precio más bajo por su ladrillo, cuando que con las provisiones actuales puede sacar los activos con un importante descuento. El "banco malo", ha insistido el consejero delegado, sería más positivo para otras entidades, ya que tiene la ventaja de "aislar potenciales efectos negativos a futuro".

El grupo no descarta la venta de algún paquete inmobiliario a los conocidos como fondos buitre a lo largo de este ejercicio siempre que el precio no conllevara unos descuentos que superasen las provisiones ya efectuadas por el real decreto de reforma financiera. "No estamos dispuestos a destruir valor aunque tengamos provisiones hechas", reflexionó Cano.

Sólo con la partida de inmuebles adjudicados, Bankia sería la principal beneficiada, ya que a mediados de 2011 su cartera rozaba los 11.000 millones, seguida del Santander, con unos 9.200 millones y la futura CaixaBank con Banca Cívica, con cerca de 8.100 millones.