Sacyr Vallehermoso está tratando de que los trabajos de ampliación del Canal de Panamá no les cueste un serio disgusto. El consorcio liderado por la compañía, adjudicatario del contrato para la construcción del tercer juego de esclusas de la infraestructura, va a reclamar a las autoridades locales el pago de sobrecostes de la obra, especialmente relacionados con los problemas a la hora de obtener un cemento de la calidad adecuada para llevar a cabo la construcción.
Grupo Unidos por el Canal (GUPC) argumentará ante la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una serie de avatares que justificarían el pago de los sobrecostes. Entre ellos se encuentra el retraso en la concesión de determinados permisos, los problemas para dar con la mezcla adecuada para obtener el hormigón así como aquéllos causados por los excesos de lluvias.
La ACP, institución encargada de la gestión de la infraestructura, parece dispuesta a atender las peticiones del consorcio aunque recuerda que el contrato contemplaba compensaciones por el incremento del precio de las materias primas y por posibles subidas de sueldo a los trabajadores involucrados en las obras del Canal.
GUPC trata de ponerse al día con el calendario previsto para terminar la obra a tiempo
Los problemas con el cemento han ocasionado retrasos a la hora de llevar a cabo el denominado vaciado, hasta seis meses, lo que unido a algunos paros en las obras por las protestas de los trabajadores podría poner en peligro la entrega a tiempo de los trabajos. El director del consorcio, el ingeniero español Bernardo González, detalló los citados problemas durante una conferencia sobre ingeniería e infraestructura que se celebró en los últimos días en Panamá.
En el transcurso de la conferencia, González aseguró que el consorcio trata de ponerse al día con el calendario previsto después de los retrasos que han generado los citados problemas con el cemento. El contrato establece que la calidad de la mezcla debe asegurar que la infraestructura se mantenga durante al menos los próximos cien años.
Sacyr asegura que la reclamación de los sobrecostes es una circunstancia contemplada en todos los contratos de este tipo y que, por lo tanto, no se da ninguna situación anómala. Se trata de aspectos sobrevenidos que, en principio, no están contempladas en el contrato, aunque éste tan sólo contempla una serie de supuestos.
En cualquier caso, GUPC deberá entenderse con la ACP, aunque de no llegar a un acuerdo podría acudir a dos mecanismos extra. El primero, una junta de adjudicación de disputas; el segundo, el recurso a un tribunal de arbitraje internacional.
Los retrasos en la entrega del tercer juego de esclusas podría derivar en una multa de hasta 50 millones de dólares para el consorcio, que también sería recompensado si lo terminara antes de tiempo.