Los dos han presentado oferta por el Banco de Valencia, para lograr el vehículo con el que poder cotizar. Sin embargo, cuando se resuelva la subasta por la entidad valenciana, BMN y Liberbank pueden ser ya socios. En las últimas semanas, Carlos Egea y Manuel Menéndez, presidentes de ambas entidades, han retomado las conversaciones para explorar la fusión entre ambos bancos de cajas.
Los contactos se iniciaron antes de que Economía reuniese, hace poco más de una semana, a los números uno de Unicaja, Ibercaja, Liberbank y BMN para animarles a una integración a cuatro. "Ese proyecto es inviable. Es crear un monstruo financiero (270.000 millones en activos) sin necesidad cuando existen otras soluciones", se reitera desde varias entidades. Incluso estas cuatro entidades tampoco están por la labor de esta macrofusión. Apuestan por uniones a dos o continuar en solitario, ya que estas cuatro entidades han obtenido el visto bueno del Banco de España en relación a los planes que presentaron para cumplir con el Plan de Guindos.
Sin embargo, a pesar del aprobado, este grupo de entidades es consciente de que cumplir con la exigencia de provisiones significará un enorme castigo a la cuenta de resultados. En algunos casos, incluso, se registrarán perdidas. Los nuevos requerimientos para sanear su exposición inmobiliaria obligan a Liberbank a dotar 840 millones de euros, 463 para elevar provisiones y 377 millones para crear un colchón de capital que cubra mejor las obras en curso y el riesgo del suelo en balance. En el caso de BMN, la cifra alcanza los 658 millones, 365 millones en provisiones y 293 en necesidades de capital.
No es la primera vez que Liberbank y BMN inician los contactos de cara a una posible integración. De hecho, desde el inicio de la reforma financiera han estado en varias ocasiones cerca de poder llegar a un acuerdo. Uno de los grandes puntos que puede impedir el acuerdo se centra en el reparto de poder de la nueva entidad. Tanto Egea como Menéndez quieren presidir el banco desde el inicio. "Tendrán que encontrar una solución intermedia porque no les queda más remedio que entenderse", explican desde el sector.
Esta fórmula podría consistir en que Egea asuma la presidencia durante los tres primeros años, con Menéndez como consejero delegado. Pasado ese tiempo, Menéndez se convertiría en presidente de una entidad que sumaría 123.000 millones en activos, un tamaño suficiente para conseguir financiación mayorista en los mercados internacionales.
Liberbank, el banco liderado por Cajastur, también tiene abierta la opción de compra de Banco Caixa Geral, la filial española de la entidad lusa Caixa Geral de Depósitos (CGD), actualmente controlada por el gobierno luso. El precio que pagará Liberbank por Banco Caixa Geral, que opera con ficha bancaria española procedente del Banco Simeón, alcanzará los 150 millones de euros. La propuesta además contempla que el grupo liderado por Manuel Menéndez asuma los préstamos contraídos por Banco Caixa Geral con el Banco Central Europeo por importe de 2.000 millones de euros. Caixa Geral de Depósitos y Cajastur son socios en el accionariado de EDP, la eléctrica portuguesa, lo que ha facilitado la operación.
Cualquiera de estas dos operaciones llevarían a Liberbank a dejar de ser la fusión de cajas más pequeña de España y el menor de los bancos del país con vocación nacional. Por debajo están el Banco de Valencia, la cooperativa Caja Laboral y el Banco March (todos ellos, circunscritos a determinadas áreas geográficas, y el primero a punto de ser absorbido), las cajas rurales y las dos únicas cajas que persisten como tales: las diminutas Ontiyent y Pollença.