El segundo 'Plan Guindos' ha desbaratado cualquiera de las hojas de ruta en las que venían trabajando las entidades. No sólo se han reseteado las conversaciones que venía manteniendo la banca mediana (Unicaja, Ibercaja, Liberbank y BMN) de cara a posibles fusiones sino que las importantes provisiones por el ladrillo sano van a reducir el número de jugadores que pujarán finalmente por el Banco de Valencia y Catalunya Caixa. El impacto del nuevo decreto ha encarecido ambas subastas en 3.500 millones, según los cálculos que maneja Economía, por el deterioro que sufrirán los balances de ambas entidades. La factura final que tendrán que soportar los Esquemas de Protección de Activos (EPA) por las pérdidas futuras de ambas entidades pueden rondar los 30.000 millones de euros, según calcula el sector. La cantidad será sufragada por el Fondo de Garantía de Depósitos (FDG) que recibirá una derrama de 20.000 millones de los bancos, a cuenta de sus aportaciones de los próximos 8 años, aunque en el sector no se descarta que la cantidad puede ser más elevada. Como reconoció el propio Luis de Guindos, titular de Economía, el fondo está "seco" tras la adjudicación de Unnim a BBVA.
La entidad valenciana, intervenida desde noviembre pasado, sufrió unas pérdidas entre enero y marzo de 189 millones de euros y su mora se sitúa en el 16,37%. La entidad ha cifrado en 827 millones el coste del decreto de febrero, a los que se suman otros 509 millones en provisiones por créditos promotores que están al corriente de pago. Catalunya Caixa cerró 2011 con unas pérdidas de 1.335 millones de euros. El real decreto aprobado hace dos semanas le supondrá una dotación adicional de 995 millones de euros netos.
"Las nuevas provisiones han deteriorado aún más el balance de ambas entidades y muchos de los bancos que tenían previsto pujar se lo están replanteando seriamente. Con el primer decreto, fusionarse resultaba atractivo porque se lograban doce meses más de margen para poder completar las provisiones. Con el segundo decreto, ganar ese año ya no es tan atractivo si se compara con las enormes dotaciones que tendría que realizar la entidad fusionada", explican fuentes del sector. De hecho, los equipos financieros de un par de entidades calculan que algunas posibles fusiones entre la banca mediana podrían necesitar más de 15 años para completar el saneamiento exigido por los dos decretos.
Pocas entidades, quizás sólo Santander y BBVA, cuentan con suficiente músculo financiero para poder plantearse una oferta importante por Banco de Valencia y Catalunya Caixa. "Ni siquiera el Esquema de Protección de Activos (EPA), previsto para cubrir las pérdidas en un 80% de cada una de las entidades, se considera suficiente para poder digerir la operación", aseguran desde una entidad que interviene en una de las subastas.
Las primeras bajas en la puja por el Banco de Valencia se han escenificado con la presentación de las ofertas no vinculantes. Liberbank y Popular han decidido retirarse del proceso ante la delicada situación financiera del Valencia. Entre algunos de los pujadores se descontaba, antes del segundo Plan Guindos, que el EPA de 5.000 millones previsto por el Banco de España tendría que incrementarse en, al menos, otros 1.500 millones, como informó Vozpópuli. "La calidad del crédito del Valencia es muy delicada por la influencia heredada de Bancaja y eso elevará la pérdida esperada en la 'due diligence'", asegura el presidente de una entidad que participa en la puja. En su entidad, se estimaba antes de las nuevas provisiones sobre el crédito promotor que el EPA tendría que inyectar otros 1.000 millones adicionales a los que ha suscrito el FROB tras la ampliación aprobada por la Junta de Accionistas. En el caso de Catalunya Caixa, el sector estima que el comprador recibirá un nivel de protección similar al que consiguió el Sabadell para protegerse de las pérdidas de la CAM: cerca de 20.000 millones de euros en 10 años.
Sólo cinco entidades (Santander, BBVA, BMN, Ibercaja y Unicaja) se encuentran en proceso de 'due diligence' del Valencia. La puja por Catalunya Caixa también ha entrado en el proceso de auditoría. En ella participan Santander, BBVA, Sabadell, Popular, Kutxabank y JC Flowers. Los postores presentarán sus ofertas en firme a finales de mayo, para Banco de Valencia, y antes del 16 de junio en el caso de Catalunya Caixa.