Abengoa ha logrado en las últimas dos semanas preacuerdos con sus principales acreedores financieros para tratar de evitar la que podría ser la mayor quiebra empresarial ocurrida en España. Un logro meritorio teniendo en cuenta que hace menos de un mes las posiciones entre la compañía y los principales bancos acreedores eran muy distantes. Sin embargo, los acuerdos no son suficientes todavía para garantizar la viabilidad del grupo, cuya matriz soporta una deuda financiera superior a los 9.000 millones, y afirmar que Abengoa sorteará el concurso.
La multinacional sevillana se encuentra en preconcurso desde el pasado mes de diciembre, y tiene hasta el próximo día 28 de marzo para presentar una propuesta de convenio de pago. La empresa solicitó el jueves a sus acreedores, a través de un hecho relevante publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que se adhirieran a un contrato de espera "en virtud del cual la Sociedad solicitará a sus acreedores financieros dejar en suspenso el ejercicio de determinados derechos de resolución y vencimiento anticipado de dichas financiaciones durante un periodo de siete meses desde la fecha del contrato". Al solicitar esta dispensa de siete meses, Abengoa está reconociendo que no prevé llegar al 28 de marzo con una propuesta de convenio limpia que evite el concurso.
Sobre este punto, dos abogados breados en algunos de los mayores concursos de acreedores sucedidos en España desde el estallido de la burbuja financiera, consultados por Vozpopuli, coinciden en sostener que la Ley Concursal española no contempla ese tipo de "contrato de espera" y que el mismo atentaría contra el derecho que tienen los acreedores que no se adhieran a dicho acuerdo de instar el concurso de Abengoa por impago. "El juez estaría prevaricando si lo aceptara", llegaron a comentar los profesionales consultados.
La compañía ya tiene un preacuerdo con bancos y fondos de inversión poseedores de bonos de la empresa
Según explicaron los principales ejecutivos de Abengoa en un encuentro celebrado con analistas el miércoles, la compañía ya tiene un preacuerdo con bancos y fondos de inversión poseedores de bonos de la empresa, los mayores acreedores, que suman aproximadamente el 40% del pasivo financiero. En base a ese preacuerdo, bonistas y entidades financieras se convertirán en los principales accionistas de Abengoa intercambiando deuda por títulos.
La Ley Concursal permite que si el 60% de los acreedores financieros se adhieren a la propuesta de convenio presentada por la empresa, sin quitas, el resto está obligado a suscribirlo. A Abengoa todavía le queda por tanto convencer a otro 20% de sus acreedores financieros para lograr alcanzar ese umbral del 60%.
Pedirá más tiempo
Aunque el grupo sevillano consiguiera llegar a dicho porcentaje, lo que parece ser factible, todavía tendría que seguir convenciendo a acreedores para firmar su propuesta de convenio y escapar del concurso. Para el caso de Abengoa, que está proponiendo a proveedores pagarles sólo el 40% de la deuda, la propuesta de convenio debe estar refrendada por el 75% del total de los acreedores. Por lo tanto, la compañía requiere todavía el apoyo de buena parte de sus proveedores acreedores, a los que a 31 de diciembre debía 4.379 millones, (de los cuales más de 600 millones ya están vencidos).
La compañía pedirá al juez del juzgado mercantil número dos de Sevilla unas semanas más de tiempo para negociar con los proveedores, habiendo antes supuestamente presentado una propuesta de convenio aceptada ya por el 60% de los acreedores financieros. También sobre este punto los expertos en la materia consultados dudan que sea una medida acorde a la Ley Concursal y que no sea posible que una empresa suministradora de Abengoa a la que la compañía sevillana debe determinada cantidad, no pueda ejercer su derecho de instar el concurso.