Susto o muerte. Abengoa sólo devolverá a los acreedores que decidan no adherirse a su acuerdo de reestructuración un 3% de lo que les debe, en diez años, y sin intereses. Así, el grupo con sede en Sevilla está convencido de que en menos de un mes logrará que la mayoría de sus acreedores aprueben su plan de reestructuración y evite el que sería el mayor concurso de acreedores y liquidación de una empresa en España.
Abengoa ha iniciado esta semana el periodo de adhesiones para que los acreedores del grupo -con un pasivo aproximado de 9.000 millones- se adhieran a la propuesta de pagos que ha lanzado en su plan de reestructuración. La multinacional energética requiere que el 75% del pasivo se sume al mismo. En caso contrario, Abengoa sería liquidada. La compañía cuenta ya con un 30% de apoyo del pasivo a su plan de reestructuración, de acuerdo a fuentes del grupo, y está convencida de que logrará superar el porcentaje del 75% requerido por la ley concursal.
La compañía ofrece dos alternativas: o el pago sólo del 3% de la deuda o capitalizar la deuda a cambio del 40% del capital de la nueva Abengoa
Los poseedores de bonos de Abengoa y los bancos acreedores tienen hasta el próximo 25 de octubre para adherirse al plan de viabilidad. La compañía ofrece dos alternativas, o el pago sólo del 3% de la deuda -en diez años y sin devengo anual de intereses y sin posiblidad de capitalización-, o capitalizar la deuda a cambio del 40% del capital de la nueva Abengoa, que se repartirá entre los acreedores financieros. A los acreedores que no se adhieran al plan de reestructuración, explican las fuentes consultadas, Abengoa no les da más alternativa que la peor que plantean a sus acreedores, la de la devolución únicamente del 3% en una década.
Si Abengoa logra, como prevé, las adhesiones pertinentes a su plan de reestructuración, la compañía estará controlada por los acreedores financieros. El actual consejo de administración abandonará sus puestos y serán sustituidos por consejeros independientes, vigilados en todo caso por las entidades financieras acreedoras. La empresa asume que seguirá reduciendo su plantilla -desde el pasado mes de noviembre, cuando se declaró en preconcurso de acreedores, Abengoa ha despedido a unas 9.000 personas- y desprendiéndose de activos. Los actuales principales accionistas, liderados por la familia Benjumea, verán reducida su participación por debajo del 5% del capital.