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Abengoa encara una factura de hasta 216 millones por el último golpe judicial

El grupo energético tiene hasta el sábado día 30 para presentar sus resultados semestrales. La compañía tenía previsto comunicarlos el martes, pero canceló la presentación tras recibir la sentencia que da la razón a los inversores que impugnaron el acuerdo de refinanciación.

  • Planta de Abengoa.

Abengoa afronta el pago de hasta 216 millones de euros a los acreedores que impugnaron el acuerdo de refinanciación de la deuda del grupo y a los que el juez del juzgado mercantil número dos de Sevilla ha dado la razón esta semana en una sentencia que vuelve a poner en duda la viabilidad de la multinacional energética. 

De acuerdo a dos fuentes que han participado en el proceso judicial, el coste para Abengoa superará los 200 millones de euros. Entre los acreedores que han ganado el juicio se encuentran bonistas, compañías energéticas, aseguradoras, y fondos de inversión. Otros grandes acreedores que hace unos meses impugnaron la refinanciación de Abengoa alcanzaron acuerdos con la compañía extrajudiciales y retiraron sus demandas.

Según las estimaciones de las fuentes consultadas por este diario, la deuda reclamada por cada uno de los impugnantes es la siguiente: Export-Import Bank of the United States, 87 millones; Portland General Electric, 69 millones; Zurich Seguros, 35 millones; Haitong Investment Ireland, 4,5 millones; The Islamic Corporation for the Insurance of Investment and Export Credit (ICIEC), 10 millones; bonistas e inversores particulares, 11 millones. Este diario no ha confirmado dichas estimaciones con las compañías afectadas, y las fuentes consultadas advierten que se trata de estimaciones.

Abengoa registró en los tres primeros del año una caída de los ingresos del 21%

Fuentes de Abengoa consultadas por este diario sostienen que el pago será muy inferior, entre los 20 y los 100 millones de euros, y comentan que al estar judicializado la entrega no será inmediata. Sin embargo, fuentes jurídicas que representan a los acreedores aseguran que la sentencia conocida este lunes no es recurrible, y que la empresa debe proceder al pago de forma inmediata, bajo amenaza de embargo. "Lo único que podría hacer Abengoa para no pagar ahora esas cantidades sería declararse en concurso de acreedores", sostienen las fuentes consultadas.

La factura de la sentencia del mercantil número dos de Sevilla, firmada por el mismo juez que aprobó la homologación del acuerdo de refinanciación de Abengoa, Pedro Márquez, ha provocado que el grupo energético haya cancelado la presentación de sus resultados semestrales.

Abengoa tenía previsto anunciar sus resultados de entre enero y junio el pasado martes, pero al conocerse el contenido de la sentencia decidió retrasar su presentación. El grupo tiene hasta el sábado día 30 como fecha límite para comunicar sus últimos resultados. En ellos debería incluir alguna referencia a la sentencia conocida esta semana, y aclarar si debe provisionar cantidad alguna.

Como ha ido publicando este diario durante esta semana, el juez Márquez concluye en la sentencia que existe probabilidad suficiente de que Abengoa continúe su actividad como consecuencia de la implantación del plan de viabilidad aportado, pero que dicha probabilidad no puede predicarse respecto de las sociedades individuales distintas de la matriz.

El nuevo golpe judicial, con las implicaciones contables que puede tener, vuelve a poner en duda la viabilidad de Abengoa. La compañía registró en los tres primeros meses del año una caída de los ingresos del 21%, hasta los 336 millones. A 31 de marzo de 2017 la deuda neta corporativa comunicada por Abengoa en sus resultados trimestrales era de 2.570 millones de euros.

Aunque el juez en su sentencia considera que Abengoa puede continuar con la actividad, señala que no encuentra "justificación" a que el plan de viabilidad de Abengoa prevea un incremento del 388% para 2017 de las ventas de EPC para terceros, y del 47% para 2018. Los peritos contratados por los acreedores sostuvieron en el juicio celebrado en julio por las impugnaciones al acuerdo de refinanciación que Abengoa no era viable por varias razones (no logrará pagar a proveedores, no venderá los activos previsots, no alcanzará las ventas proyectadas...).

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