La concesionaria de infraestructuras española Abertis –participada por Caixabank y que preside Salvador Alemany- se ha sometido a las exigencias de la reforma de las autopistas de peaje impuestas por el Gobierno francés para “redistribuir los ingentes beneficios” que tienen las empresas del sector que operan los peajes en territorio francés. A cambio de que la concesionaria española, que gestiona autopistas en Francia a través de Sanef, vea aumentado el tiempo de concesión de las vías rápidas de peaje, deberá abonar al Estado francés 590 millones de euros.
Así lo ha comunicado hoy Abertis al regulador bursátil confirmando que la multinacional española ha llegado a un acuerdo con el Gobierno francés para realizar este desembolso a cambio de una extensión media de los contratos de concesión de dos años y medio y de una subida de tarifas.
Abertis, cuyo consejero delegado es Francisco Reynés, a través de su filial Sanef, explota 1.700 kilómetros de vías de pago francesas, el 22% del total de la red de autopistas de peaje francesas, sobre todo en el norte y en el centro del país. Los otros competidores de Abertis en Francia son Vinci y Eiffage. El Gobierno francés ha publicado en su BOE el denominado 'Plan Relance' de inversión en autopistas y los consiguientes cambios en los contratos de concesión de estas vías de pago que tiene con Sanef y otros concesionarios.
La presencia de Abertis en el negocio de autopistas en Francia se canaliza a través del grupo concesionario Sanef, en el que tiene una participación del 52,55% en el capital de la sociedad francesa.
Por otra parte, Francia ha puesto un límite a la rentabilidad de las autopistas, que se calculará mediante una compleja fórmula a partir de la evolución acumulada de los ingresos de explotación de las vías desde su privatización en 2006
En virtud de estos cambios, el Ejecutivo francés –que preside el primer ministro socialista Manuel Valls- se compromete también a compensar la congelación que los peajes de sus autopistas registraron en 2015 mediante subidas de precio de estas vías entre los años 2016 y 2023, según detalló el grupo concesionario español a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por su parte, los concesionarios de autopistas francesas deberán realizar una aportación anual para contribuir al desarrollo de infraestructuras del país.
En el caso de Sanef, la filial gala de Abertis, se estima en unos 11 millones de euros anuales. La contribución se realiza a la agencia de financiación de infraestructuras de transportes gala (l'Agence de Financement des Infrastructures de Transports).
Por otra parte, Francia ha puesto un límite a la rentabilidad de las autopistas, que se calculará mediante una compleja fórmula a partir de la evolución acumulada de los ingresos de explotación de las vías desde su privatización en 2006. En el caso de Abertis, la compañía no prevé que este límite afecte "de ninguna forma" a sus concesiones, dado que no alcanzan, ni esperan alcanzar, dichos parámetros de rentabilidad.
Francia da seguridad jurídica a Abertis
Así, la compañía que preside Salvador Alemany considera que el acuerdo con Francia "pone de relieve solidez jurídica de los contratos de concesión del país" y "los avances que se pueden conseguir en materia de inversiones en un marco de colaboración público-privada". El acuerdo de inversión a cambio de un mayor plazo de explotación alcanzado por Abertis en Francia se enmarca en la estrategia de la compañía de extender los periodos de concesión de sus vías mediante este tipo de pactos, tal y como adelantó Vozpópuli a comienzos de este año.
En Francia, Abertis con sede en Barcelona explota en el país figuran cinco de las siete vías de acceso por autopista a Île de France (región de París) y también el tráfico que conecta Alemania, Bélgica y Luxemburgo con el norte de Francia y Reino Unido.