A la hora de plantearse la sostenibilidad ambiental en una empresa multinacional constructora y de servicios como Acciona, hay una primera realidad que influye sobre la estrategia del grupo: cómo abordar un programa ambiental a nivel global de reducción del impacto ambiental y social de sus actividades, teniendo en cuenta las legislaciones de los aproximadamente 40 países en los que opera, la diversidad de ecosistemas afectados y la variedad de actividades que realiza.
Juan Ramón Silva Ferrada, director general del Área de Sostenibilidad de Acciona, explicó durante la jornada Sostenibilidad 2017: El reto de las grandes compañías en la preservación y mejora medioambiental, organizado por Vozpópuli y Executive Forum, la influencia del triángulo que conforman las comunidades sociales, los gobiernos y los inversores en la elaboración de un programa de sostenibilidad.
"Por el tamaño de nuestras operaciones, nuestra actuación tiene un impacto", aseguró Silva, quien subrayó la importancia de que las empresas tomen conciencia de las consecuencias de su actividad. "Dependemos de un sistema de producción muy intensivo en emisión de gases contaminantes y, aunque existen muchas iniciativas para intentar evitar y reducir el calentamiento global del planeta, no son suficientes, porque aunque se cumplieran las recomendaciones del Acuerdo de París, seguiría siendo un problema importante".
Los planes de sostenibilidad, a su juicio, no solo contribuyen al sostenimiento ambiental sino que muestran un impacto económico en la cuenta de resultados que las empresas deberían de valorar. "El 42% de nuestras ventas globales y el 70% de nuestro Ebitda procede de actividades relacionadas con la economía verde", señaló el responsable del Área de Sostenibilidad de Acciona.
La implementación y gestión de energías limpias, la gestión del agua y las infraestructuras relacionadas con la sostenibilidad ambiental son las áreas prioritarias de actuación de la multinacional, que se ha comprometido a lograr la huella neutra de carbono. Además, la firma ha diseñado un programa interno a largo plazo para concienciar a los directivos y los empleados sobre la importancia de considerar el medio ambiente en su actuación y planes estratégicos.
Silva explicó durante su disertación cómo una aplicación correcta de los principios ambientales había permitido la recuperación de fauna salvaje alrededor de determinadas instalaciones de la compañía, aunque en ocasiones una excesiva concienciación ambiental puede provocar situaciones curiosas, como la necesidad de justificar el reciclaje de los elementos que conforman un puente cuando sean retirados. “En principio los construimos para que duren cien años o más”, ironizó Silva.