En los aeropuertos españoles abundan los aviones abandonados, en diferentes estados, y entre todos debían hasta el 1 de junio 2,87 millones de euros a AENA por los distintos trabajos de mantenimiento que se les viene realizando, como por ejemplo el tratamiento anticorrosión en algunos casos. Son 99 aeronaves y la mayoría son avionetas de uso deportivo, que por su estado o por interés, o por imposibilidad de pagar el combustible, fueron dejadas en los hangares, pero también sorprende que haya nada menos que un McDonnell Douglas MD 87, que puede transportar hasta 139 pasajeros y pesa 33.200 kilos.
Este aparato era propiedad de la empresa Taxy Fly Group, que entró en concurso en 2010, y ya ha costado al operador aeroportuario público la friolera de 1,27 millones de euros. Se encuentra en el aeropuerto de Barcelona-El Prat y de momento no puede venderse porque la aeronave todavía no es propiedad del aeropuerto (aunque la empresa pública podría acabar haciéndose con ella mediante usucapión pasado el tiempo estimado en la ley).
"Son 99 casos y cada uno tiene su historia", afirma a Vozpópuli el senador Domingo Fuentes Curbelo, quien con sus preguntas parlamentarias desveló ya este verano el stock de aeronaves sin usar del que dispone AENA. Recientemente, recibió la respuesta de su presidente, el ex Vocento José Manuel Vargas, quien le aseguró que no tenían ni idea de quién podían ser las ocho aeronaves que hay en el aeropuerto madrileño, y que no han podido subastar aunque lo intentaron en agosto. El senador canario considera "bastante curiosa" la idea de que no se sepa de dónde han salido esos aviones, ya que "entendemos que se le ha perdido la pista al dueño, o que la empresa se ha disuelto. No que no exista porque ese avión llegó de alguna manera al aeropuerto donde está abandonado, y alguien tuvo que hacer en su momento un plan de vuelo, etc...".
El senador socialista considera "curioso" que AENA no sepa de dónde vienen los aviones de Barajas
Sorprende como muchas son avionetas, que sus dueños decidieron un día no pasar a recoger: "No se trata de aviación ejecutiva sino de aficionados a volar", asegura Fuentes Curbelo, quien explica que "mucha gente ha pasado de tener su avioneta (multipropiedad o en pequeño club) a la aviación de ultraligero". Pero también abundan casos de compañías que han quebrado "o sus planes de vuelo se han encarecido, o los costes de poner combustible se han disparado", o el coste de llevar pasajeros ha hecho que ya no les interesara seguir volando.
Hay algunos aviones que tienen una historia pintoresca. Por ejemplo, un ATR-42, un aparato que puede llevar hasta a 50 pasajeros y que se encuentra bloqueado en el aeropuerto de Gran Canaria debido a un concurso de acreedores en Cabo Verde, de donde procedía la aeronave. Ya ha costado a AENA casi 100.000 euros y, aunque nadie se ha interesado por comprarlo, el aeropuerto desea venderlo.
Un cambio en la ley
El senador socialista por Fuerteventura lidera en la Cámara Alta una moción para proteger el patrimonio aeronáutico, y que estos aviones puedan ser cedidos para aprovecharlos. "Siempre que sea posible, las aeronaves abandonadas pueden ser cedidas a fundaciones, organizaciones sin ánimo de lucro, en el caso de que pudieran ser aprovechadas. AENA deberá contactar con estas organizaciones, con las que colabora habitualmente en festivales, etc, para avisar de las aeronaves disponibles. También se debería ceder el material a las Escuelas de Ingenieros Aeronáuticos antes de su subasta para chatarra", ha dicho el parlamentario socialista, presente en el Senado desde 2011 y que ya ha tratado en muchas ocasiones el tema de AENA en el pleno.
