La historia pudo repetirse. En dos sistemas financieros diferentes, pero vecinos. Y con poco más de dos décadas de diferencia. Fue el sucesor de Mario Conde, en Banesto. Y pudo haberlo sido de Ricardo Salgado al frente del Banco Espirito Santo (BES). Pero Carlos Costa, gobernador del Banco de Portugal, no quiso aceptar la propuesta de Alfredo Sáenz como sustituto del patriarca de los Espirito Santo en la presidencia ejecutiva del BES, según confirman varias fuentes del sector. Salgado presentó la opción del ex CEO del Santander en la reunión que mantuvo con Costa, hace dos semanas, en la que se abordó el futuro del banco luso, cuya estructura societaria peligra por el agujero de 7.000 millones aparecido en las diferentes empresas del hólding familiar. Un encuentro en el que se certificó la salida de los Espirito Santo del BES, después de 144 años al frente de esta entidad.
Salgado propuso a Sáenz, no sólo por la amistad que les une, sino por su currículum financiero. De hecho, la experiencia del ex CEO del Santander en la gestión de una entidad intervenida y con una grave situación patrimonial, como en su día fue Banesto, fue una de los argumentos esgrimidos por Salgado para defender la candidatura de Sáenz a la presidencia del BES. Sin embargo, Costa anuló esta vía, según confirman varias fuentes conocedoras de este encuentro, argumentando los problemas de 'governance' que se podrían generar teniendo en cuenta que Sáenz dimitió del Santander ante la amenaza del Banco de España de cesarle al no cumplir con los requisitos de honorabilidad bancaria por una condena que arrastraba, precisamente, de su etapa al frente de Banesto.
El reforzamiento del gobierno corporativo de las entidades es un camino sin retorno, en el corto y medio plazo, de todos los sistemas financieros mundiales, pero especialmente del Europeo, con la entrada este otoño de la Unión Bancaria Común. Además, el devenir del BES, abocado a una recapitalización, por el agujero patrimonial surgido en el hólding Espirito Santo, creado precisamente por el propio Salgado, ha llevado al Banco de Portugal a colocar a Vítor Bento, un hombre de su confianza, al frente del segundo banco más importante de Portugal.
Fuentes financieras no descartan que esta recapitalización tenga un carácter mixto, con ayudas públicas y privadas, mediante la entrada de un 'caballero blanco' para el BES. En el sector no se descarta, incluso, que pueda ser el propio Santander ese posible comprador. No en vano, Emilio Botín quiere darle mayor dimensión a Santander Totta, la filial portuguesa del banco con sede en Boadilla. Para ello, exploró la compra de la filial lusa de BBVA. La política del Santander con sus filiales es que éstas sean una de las tres entidades de referencia en las geografías en las que operan. Con la adquisición del BES, el Santander lograría situarse como líder del mercado bancario luso.
Relevo acelerado en el BES
El incierto futuro del BES, que sólo aumenta la presión a la que se está viendo sometida la entidad desde que se conoció el agujero patrimonial de Espirito Santo Internacional (ESI), la matriz del hólding familiar, obligó al Banco de Portugal al cambio de gestores en el BES la pasada semana. El relevo, en principio, estaba previsto para la última semana de julio, una vez que la Junta de Accionistas de la entidad aprobase el nombramiento de Bento.
Varios motivos influyeron en la aceleración del relevo. De una parte, el anuncio de algunas firmas del hólding de estar preparando ya el concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda. Muchos de estos acreedores tienen como garantías acciones del BES. De hecho, la familia Espirito Santo está en grave riesgo de perder el 20% que posee del BES a través de su vehículo Espirito Santo Financial Group (ESFG). Por otra parte, el anuncio de la Fiscalía lusa de iniciar una investigación para aclarar el desfase patrimonial del hólding de la mayor familia empresarial de Portugal. En el marco de otras investigaciones se produjo ayer la detención del propio Ricardo Salgado.
El arresto del ex presidente ejecutivo del BES, durante los últimos 22 años, se efectuó en el marco de la 'Operación Monte Branco', que investiga la mayor red de blanqueo de dinero detectada en Portugal. La operación fue desarrollada por el Ministerio de Público con la colaboración de inspectores fiscales y bajo la autoridad del juez Carlos Alexandre.
La detención de Salgado se produce un día después de que varios inspectores fiscales entraran también en la sede de Lisboa del Consejo Superior, el órgano máximo de la familia, en busca de documentos sobre empresas del grupo. En este órgano las cinco ramas de la familia se reunían para votar y fue donde Salgado expuso la situación del grupo.