La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y otros 16 miembros de la alta dirección de la entidad cántabra, entre ellos, el consejero delegado José Antonio Álvarez, se han repartido 1,2 millones de acciones correspondientes a los bonus diferidos de 2011, 2012, 2013 y 2014. En el momento de su entrega, estos títulos estaban valorados, de media, en más de 7,3 millones de euros (con la subida de la cotización del banco rojo de los últimos días alcanzan los 7,8 millones de euros).
Ana Patricia Botín ha recibido 27.103 acciones por el bonus diferido y condicionado de 2014, con lo que su participación directa alcanza los 110.464 títulos y en total ya suma 17.334.286 acciones, el 0,124% del capital del banco que preside. Le fueron entregadas el pasado 6 de febrero, cuando la cotización del Santander abrió a 6,12 euros, por lo que este paquete equivalía a 165.870 euros.
Mientras, su hermano Javier Botín, consejero de la entidad, ha 'cobrado' la misma cantidad de acciones por el bonus de 2014 y otras 50.106 que le correspondían al expresidente Emilio Botín, fallecido el pasado septiembre, y que se incluyen en la sindicación familiar que preside. Hace unas semanas, su madre y viuda de Emilio Botín, Paloma O'Shea, recibió seis millones de acciones (38,7 millones de euros al cambio actual) del proceso hereditario. Tras las últimas operaciones, la sindicación de acciones alcanza los 73,8 millones de títulos, representativos del 0,525% del capital del banco.
Al margen de la familia Botín, el directivo que ha cobrado un mayor bonus es el vicepresidente segundo Matías Rodríguez Inciarte, un histórico del banco que ha recibido 123.345 acciones por los pagos diferidos de los últimos cuatro años, equivalentes, en el momento de su entrega, a casi 750.000 euros. Su hermano, Juan Rodríguez Inciarte, también en el consejo, ha sumado 82.559 títulos (alrededor de 500.000 euros). Con un bonus ligeramente inferior se sitúa la nueva mano derecha de Ana Patricia Botín tras prescindir de Javier Marín en noviembre, José Antonio Álvarez. El hasta entonces director financiero ha incrementado su participación en 82.139 títulos, con lo que totaliza 426.698.
Por encima de todos ellos figura el secretario general del consejo -otro de los hombres de confianza del difundo Emilio Botín-, Ignacio Benjumea, quien se ha embolsado 133.014 acciones por los bonus diferidos de 2011, 2012, 2013 y 2014 (800.000 euros). Mientras, el que fue hasta octubre director general de Intervención y Control de Gestión, José Tejón, que continúa ligado al banco, ha recibido 125.496 títulos (cerca de 760.000 euros). Su sustituto, José Doncel, que había sido su mano derecha desde 2002 (auditoría interna), ha cobrado, por su parte, 25.286 (más de 150.000 euros).
Al frente de la división de auditoría interna está desde octubre Juan Guitard, anterior director de Riesgos, que ha sumado 73.302 acciones (unos 440.000 euros). Enrique García Candelas, máximo responsable del Santander en España, ha visto elevada su participación en 101.339 acciones (612.000 euros) por los bonus y Magda Salarich, de Santander Consumer Finance, en 101.309 títulos. Asimismo, el director de Comunicación, Marketing Corporativo y Estudios, Juan Manuel Cendoya, ha incrementado su paquete accionarial en 70.475 títulos (425.000 euros).
Por su parte, el director general de Banca Comercial y uno de los hombres más próximos a la presidenta, Javier San Félix, ha recibido 62.571 acciones (380.000 euros). Completan la lista de directivos premiados Jesús Zabalza, desde mediados de 2013 consejero delegado de Santander Brasil, que ha cobrado 58.152 títulos (350.000 euros) por los bonus diferidos de 2011 y 2012; Jesús Cepeda, director general de Recursos Humanos, Organización y Costes, con 39.749 acciones (240.000 euros); Antonio Vieira, consejero delegado del banco en Portugal, con 30.073 títulos (más de 180.000 euros); y José María Nus, director general de Riesgos desde otoño, con 19.499 acciones (casi 120.000 euros).
Durante la presentación de resultados de 2014, Ana Patricia Botín abrió la puerta a que el Santander ligue, como ha propuesto BBVA, los bonus a la satisfacción de la clientela. "Yo estaría dispuesta", dijo la presidenta del primer banco europeo. En este sentido, recordó que una iniciativa similar ya se llevó a cabo en Reino Unido, división que lideró hasta el fallecimiento de su padre.
