A principios de mes, con motivo de la presentación de los datos de ocupación en agosto de Paradores, la presidenta, Ángeles Alarcó, sacó pecho por los buenos resultados obtenidos afirmando que estos habían sido posibles "gracias al cambio de modelo de negocio en el que se ha potenciado la creación y liderazgo, haciendo equipos sólidos, alineados con la cultura corporativa y con un especial foco en el cumplimiento del plan estratégico”. Una retahíla de expresiones manidas en el mundo de la comunicación empresarial y vacías de significado que esconden las verdaderas razones por las que Paradores ha pasado de rozar la quiebra a obtener beneficios: la inestimable ayuda del Estado con una inyección millonaria que ya quisieran otros organismos públicos, y una política de contención de costes laborales que tiene a punto de la sublevación a buena parte de la plantilla. Así, y a rebufo de las cifras récord de la industria española del turismo, la compañía se encuentra ahora en su mejor momento financiero de los últimos seis años.
La que fuera esposa del exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, fue nombrada presidenta de Paradores en 2012. Curtida en la política madrileña de la mano de Esperanza Aguirre, que la nombró asesora personal, consejera de Telemadrid y directora general de Turismo, tomó las riendas de Paradores en un momento crítico.
Paradores ha llevado a cabo siete ampliaciones de capital bajo el Gobierno del PP con una inyección pública de 153 millones
Entre 2009 y 2013 la compañía pública venía registrando sucesivamente caída de ingresos ejercicio tras ejercicio, cerrando el año 2012 con un fondo de maniobra negativo por importe de 111 millones de euros y pérdidas de 42,46 millones. El Ejecutivo reveló en julio de 2013, en respuestas a los portavoces en el Congreso de UPyD, Rosa Díez, y de la Izquierda Plural, José Luis Centella, que el anterior equipo gestor de Paradores había cobrado en 2011 más de 900.000 euros. La nueva dirección de Alarcó rebajó, según explicó el Gobierno, los salarios de la alta dirección un 30,8% en 2012 -de 907.656 euros a 613.089 euros- cobrando la nueva presidenta 166.575 euros en total, frente a los 200.605 euros que cobró su antecesor, Miguel Martínez Fernández, exsenador socialista por León.
La compañía pública, que en 2015 aumentó sus ingresos hasta los 227,4 millones (209,4 millones en 2014) y logró 3,9 millones de beneficios (7,8 millones de pérdidas en 2014), ya ha avanzado que en el primer semestre de este año ha incrementado su cifra de negocio un 12%. El grupo ha reducido a cero su deuda financiera (40 millones en 2014) gracias a una inyección de dinero público por importe total de 153 millones. Paradores contaba a 31 de diciembre de 2015 con líneas de crédito dispuestas por La Caixa y Unicaja de cinco millones cada una, y otra de cuatro millones de BBVA, a las que la empresa no ha necesitado acudir.
Entre 2012 y 2015, bajo la legislatura del Partido Popular, Paradores ha llevado a cabo siete ampliaciones de capital cubiertas por el Estado. Recién llegada Alarcó a la presidencia de Paradores, la compañía realizó su primera ampliación de capital en nueve años, por valor de 46,9 millones. En 2013 efectuó otras dos ampliaciones, por un valor total de 39,9 millones. En 2014 fueron tres las ampliaciones de capital, por 41,5 millones. En septiembre de 2015 aprobó una nueva ampliación por importe de 24,9 millones estableciendo el capital social de la sociedad en 273,49 millones de euros.
Desde 2014 por la compañía han pasado cuatro directoras de Recursos Humanos
La inyección de dinero público ha venido acompañada de una dura política de contención de costes laborales a la que fuentes sindicales se refieren como "caza al rojo". En 2013 Paradores, con una plantilla cercana a los 4.000 empleados, aplicó un Expediente de Regulación de Empleo que afectó a 246 personas, y un Expediente de Regulación de Empleo Temporal contra 400 empleados. Las fuentes sindicales consultadas denuncian que en los dos últimos años se ha incrementado de forma inusual el número de expedientes abiertos a trabajadores, y que el salario medio de la plantilla a duras penas alcanza los 1.000 euros mensuales. Mientras, a pesar de la rebaja salarial que Alarcó aplicó a los directivos y ejecutivos a su llegada a la presidencia de Paradores, las retribuciones en esta franja han aumentado en más de 100.000 euros desde entonces. Los 613.089 euros que los administradores y la alta dirección de Paradores cobraron en 2012, según informó entonces el Gobierno, se convirtieron en 2015 en 772.507 euros, 10.000 euros más que en 2014, de acuerdo a las cuentas publicadas por la compañía.
Desde 2009 la plantilla de Paradores no ha renovado el convenio colectivo. Las fuentes sindicales consultadas explican que pretenden recuperar las tablas salariales de 2012 y sobre ellas aplicar el incremento salarial permitido por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Además quieren recuperar el premio a la jubilación que antes ofrecía la compañía. Recientemente el grupo ha licitado un contrato por importe de 4,9 millones de euros de "servicio de empresas de trabajo temporal para la prestación de servicios extraordinarios en los establecimientos de Paradores".
El grupo anunció hace más de un año un sistema de franquicias, pero solo un hotel se ha adherido
La comunicación entre los trabajadores y la empresa no ha sido sencilla en los últimos años. Desde 2014 la compañía ha contado con cuatro directoras de Recursos Humanos. En octubre de 2014 Regina Pañiol, consejera de Presidencia con Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, sustituyó en la dirección de Recursos Humanos de Paradores a Teresa Cervera, que había estado en el cargo más de una década. Pañiol dejó su puesto antes de los dos años al ser nombrada diputada del Grupo Popular en la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Auxiliadora Pérez, consejera del Cabildo de Gran Canaria, reemplazó a Pañiol, pero a los pocos meses, el pasado mes de junio, fue nombrada senadora electa por Gran Canaria.
Paradores ha nombrado hace unas semanas a Susana Ortega como directora de Recursos Humanos. Se trata de la primera vez que la compañía pública ficha a una profesional del mundo privado, y no acoge a un cargo político, o a un miembro de la casa, para ocupar el puesto. Ortega ha ocupado la dirección de Recursos Humanos en el hotel Palace o en la cadena de moda Blanco, entre otras compañías.
Ángeles Alarcó dispone ahora de otros cuatro años para demostrar que es su gestión al frente de la compañía lo que explica el aumento de los ingresos y los beneficios, y no sólo las ayudas estatales y los despidos. Paradores renovó el cargo de Alarcó en una junta general celebrada en marzo, una información revelada recientemente por El Confidencial. La estrategia anunciada por la empresa hace más de un año de basar su crecimiento en la apertura de franquicias, de momento no parece haber dado los resultados esperados. Por ahora solo un establecimiento, Casa da Ínsua, en la ciudad portuguesa de Vise, se ha acogido a esta fórmula.