El presidente de Iberia, Antonio Vázquez, podrá percibir una indemnización de 2,8 millones de euros cuando se haga efectiva su salida de la aerolínea, a partir del próximo 1 de enero, de acuerdo con la decisión adoptada este jueves por IAG, el holding que controla la compañía española junto a su socio British Airways y Vueling.
De acuerdo con el documento registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por IAG cuando se iba a hacer efectiva la fusión entre Iberia y British Airways, Vázquez, como consejero ejecutivo de Iberia, percibirá dos tipos de compensaciones cuando deje la aerolínea.
La primera incluye una indemnización por la extinción de la relación laboral en algunos supuestos, entre los que se incluyen la “libre decisión de la empresa”, como ha sido el caso. Esta primera compensación se concreta en el pago de dos años y medio de retribuciones fijas.
Pero, además, hay un segundo tipo de indemnización, la contemplada como compensación “por el pacto de no concurrencia con Iberia una vez se extinga la relación de la alta dirección con ésta”. Por medio de este pacto, los ejecutivos se comprometen a no participar en empresas o proyectos competidores de Iberia una vez hayan dejado la compañía, un compromiso que es recompensado por la aerolínea con un año y medio de la retribución fija.
Proseguir en IAG
De este modo, Vázquez tiene derecho a percibir una cantidad de 2,8 millones de euros, la misma establecida para el caso de que deje de pertenecer a IAG. Una circunstancia que no se da, ya que proseguirá como presidente no ejecutivo del holding.
IAG comunicó este jueves que el consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, asumirá también la presidencia de la compañía aunque, eso sí, dejará de pertenecer al consejo de administración de IAG para que pueda dedicarse por entero a la empresa española, que presentará la próxima semana un plan estratégico a cinco años que deberá dotar de contenidos una vez haya cerrado los pertinentes acuerdos con los diferentes colectivos de trabajadores.
IAG llevaba tiempo madurando la idea de relevar a Vázquez como presidente de Iberia. El presente año ha sido especialmente convulso para la compañía debido a las consecuencias del anterior plan estratégico, que contemplaba un duro ajuste laboral contra el que se levantaron los sindicatos.
Complicada situación
La situación, que provocó una histórica huelga de diez jornadas y la intervención en el conflicto de un mediador independiente, desembocó a finales de marzo en la marcha de Rafael Sánchez Lozano como consejero delegado.
El escenario y la postura inflexible de Iberia erosionaron también las relaciones con el Gobierno español, lo que llevó a IAG a plantear un relevo completo en la cúpula de la compañía. Sin embargo, finalmente ha optado por confiarlo todo a Gallego, cuya llegada a Iberia, procedente de su filial Express, ha marcado, por el momento, el inicio de una nueva etapa, al menos en cuanto al clima laboral se refiere.