El Gobierno de Arabia Saudí ha despejado los temores de un posible colapso de los grandes proyectos de infraestructuras que se están llevando a cabo en el país a causa de las consecuencias de la caída de los precios del petróleo. Las alarmas se habían encendido en grandes empresas españolas que participan en obras como las de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina o el metro de Riad ante la posibilidad de que la incertidumbre que se cierne sobre la economía local derivara en impagos.
Sin embargo, los proyectos continuarán adelante en los plazos y condiciones previstos. Es el mensaje que ha transmitido el ministro saudí de Transportes, Mohammed Al-Muqbel, en declaraciones concedidas al periódico local Al-Jazirah. El alto funcionario también ha desmentido que se vayan a realizar ajustes presupuestarios que afecten a las grandes obras de infraestructuras que dependen del departamento que dirige, al tiempo que ha destacado la importancia de los proyectos, en tanto en cuanto generan numerosos puestos de trabajo.
El ministro de Transportes ha desmentido que se vayan a realizar ajustes presupuestarios que afecten e las grandes obras
La prolongada caída de los precios del crudo ha llevado a Arabia Saudí a incurrir en déficit, hecho prácticamente insólito y que ha generado un fuerte estrés sobre su economía. Los rumores sobre las repercusiones de este hecho en los grandes desarrollos de infraestructuras comenzaron a desatarse hace algo más de diez días, acelerados por una información de la agencia Bloomberg, que hablaba sobre compañías que habían detectado impagos de hasta seis meses por parte de la Administración saudí.
No obstante, Al-Muqbel manifestó que el calendario previsto en los grandes proyectos se mantiene según lo estipulado anteriormente para la finalización y entrega de las obras e incluso recordó que el Gobierno saudí penalizará cualquier retraso en que incurran los contratistas.
El metro de Riad, en plazo
Precisamente, el ministro saudí ha sido el azote del consorcio Al-Shoula, encargado del principal contrato de la construcción del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina debido a los retrasos acumulados por el grupo, compuesto mayoritariamente por empresas españolas como Renfe, Adif, Ineco, Talgo, OHL, ACS, Copisa, Dimetronics, Consultrans e Imathia.
La entrega de la obra al completo está prevista para el próximo año, aunque alguno de los tramos podría abrirse al tráfico con anterioridad, incluso antes de que finalice 2015.
En cuanto al metro de Riad, el proyecto es bien conocido por Al-Muqbel, que lo impulsó cuando fue alcalde de la capital de Arabia Saudí. La española FCC se hizo, en consorcio con Alstom y Samsung, con un contrato para construir tres de las líneas con las que contará el suburbano. Por el momento, no se ha registrado impago alguno por parte de la Administración local. Antes del verano, las tuneladoras comenzaron a trabajar a toda máquina en una obra cuya entrega está prevista para 2019.
Hasta ahora, el Ministerio de Transportes no ha consignado tampoco retraso alguno en la ejecución de los trabajos del metro de Riad, que presentan un avance global ligeramente por encima del 20%.
Incertidumbre en nuevos proyectos
Eso sí, otra historia diferente será la de los proyectos que están por licitar o por adjudicar. La suerte que corrió Talgo poco antes del verano, cuando vio cancelado un contrato para el suministro de trenes por 200 millones que aún no se había firmado, podría repetirse con frecuencia en el futuro. El ministro saudí de Finanzas ha suspendido hasta nueva orden la tramitación de grandes obras, una circunstancia que se prolongará, al menos, hasta finales de año.
Las advertencias del Fondo Monetario Internacional han calado hondo en un Ejecutivo saudí que, además, se encuentra especialmente dividido en las cuestiones relacionadas con la economía, entre los que apuestan por la austeridad y la prudencia y los que sostienen que lo mejor es seguir adelante con todos los planes.