Arturo Fernández renueva con el Teatro Real. No se trata del famoso actor, sino del empresario y vicepresidente de la CEOE, que ha logrado que el elitista recinto madrileño vuelva a brindarle la confianza depositada en los últimos años al adjudicarle de nuevo, por otros cinco años (prorrogables a seis), a contar desde este mes de agosto, su servicio de restauración.
El Teatro Real resolvió el pasado 18 de julio adjudicar a Grupo Cantoblanco Restauración S. L., propiedad de Fernández, el contrato del servicio de restaurante (2ª planta del teatro), Café de Palacio (2ª planta) y Café de la Ópera (plaza de Ópera) en el emblemático recinto por un importe global no especificado, ya que dependerá de la facturación de esos hasta seis ejercicios.
Fernández, cuya empresa ya tenía esa contrata, ha logrado renovarla “por obtener la mayor puntuación en la aplicación de los criterios de valoración y cumplir los requisitos exigidos”, según el anuncio de formalización del contrato publicado este martes.
Se trata de la tercera adjudicación pública que logra el presidente del grupo de empresas Cantoblanco desde que, en febrero pasado, algunos de sus trabajadores y extrabajadores denunciaran pagos en negro, una práctica que negó el empresario y también presidente de la patronal madrileña CEIM y de la Cámara de Comercio de Madrid.
En febrero, unos días después de que la Cadena Ser adelantara la existencia de esas denuncias, la empresa ya se adjudicó un contrato del Ministerio de Defensa por un importe de 3,4 millones de euros para prestar servicios de hostelería en una residencia de las Fuerzas Armadas en Alicante. Y en abril, el Ministerio de Sanidad le encomendó otro contrato de un centro del Instituto de la Juventud en Málaga con un valor estimado de 1,1 millones.
"Estaré encantado de seguir dando de comer a los diputados", ha dicho, sobre la próxima adjudicación del contrato para gestionar la cafetería del Congreso, en manos de su grupo desde 1995
El caso de los pagos en negro propició que Fernández se tomara “un tiempo de reflexión” para decidir sobre su futuro en CEOE, organización en la que, finalmente y transcurrido ese plazo, ha resuelto permanecer como vicepresidente. La semana pasada, en una entrevista en RNE (cuyo servicio de restauración, por cierto, también presta el grupo Cantoblanco), Fernández rebajó la trascendencia de ese escándalo a una mera “incidencia en los medios de comunicación”.
“A la empresa se le hizo una inspección a fondo que ha durado cuatro meses y en donde hemos salido totalmente airosos”, dijo Fernández, que aseguró que en dicho proceso “no se han encontrado más que pequeñas diferencias de cotizaciones pero ninguna irregularidad relevante". El empresario también se mostró optimista con respecto al concurso de la cafetería del Congreso de los Diputados, que gestiona desde 1995 y que espera renovar.
“Yo llevo ahí 22 años, entré en la época de Felipe González y ahí sigo. Me he presentado al concurso y estaré encantado de seguir dando de comer a los diputados y a ustedes los señores informadores”, explicó a un tertuliano. El empresario dijo que la Mesa del Congreso decidirá sobre este asunto “el mes que viene o al otro” y señaló que “ha habido muchos participantes en el concurso porque no es económicamente rentable, pero sí es un tema de prestigio".
En la extensa entrevista con el periodista Manolo HH, el empresario destacó las “magníficas relaciones” de CEOE con UGT (cuyo servicio de cafetería en la sede central también gestionan sus empresas) y CCOO y dio por hecho que Madrid conseguirá organizar los Juegos de Madrid 2020 “porque nos lo merecemos”. También dijo que la última reforma laboral es "una de las mejores reformas que ha hecho" Mariano Rajoy y, preguntado por si la CEOE “huele a naftalina”, aseguró que las patronales españolas están inmersas en un proceso de cambio. “Estabámos un poco, yo diría, eh... enquilosados" (sic), dijo.