La situación de las concesionarias de autopistas en situación de quiebra financiera se complica por momentos ante los cambios de estrategia del Gobierno para diseñar su rescate. El último giro, que ha incorporado un cambio legislativo con carácter retroactivo ha irritado de forma particular a las entidades financieras acreedoras de las concesionarias. Algunas de ellas, especialmente las extranjeras, están empezando a preparar la artillería jurídica con la posibilidad de presentar una demanda contra el Estado en el horizonte.
Este cambio normativo exime al Estado de pagar una parte de su responsabilidad patrimonial en el caso de que las concesionarias de autopistas vayan a la liquidación, concretamente la referida a los pagos por las expropiaciones de terrenos, cuya burbuja de precios constituye una de los motivos que han llevado a la quiebra a estas sociedades.
De esta forma, los acreedores quedan en una posición de desventaja, toda vez que el Gobierno parece haber dejado de lado su intención de crear una sociedad pública para aglutinar los activos de las concesionarias quebradas ante el más que probable rechazo de la Comisión Europea.
El Ejecutivo ha preparado el terreno para que su responsabilidad patrimonial se reduzca de forma notable si las concesionarias que se encuentran en concurso de acreedores comienzan a entrar en sucesivos procesos de liquidación.
Los despachos entran en juego
Con todos estos elementos del actual escenario, la banca extranjera está dispuesta a llegar hasta donde haga falta ante lo que consideran un caso claro de inseguridad jurídica.
En las últimas semanas, varias entidades financieras han encargado informes a consultoras y despachos de abogados para estudiar la situación y la viabilidad de una posible demanda contra el Estado.
Una situación que se asemeja a lo sucedido en el sector de las energías renovables, en el que el carácter retroactivo de la reforma, que dejaba sin primas a determinados activos, provocó un aluvión de reclamaciones judiciales contra el Reino de España.
Los fondos buitre, al acecho
Sin embargo, el asunto judicial no es el único que revolotea en los últimos días en el sector. Las entidades financieras están buscando alternativas para salir de esta situación y una de ellas llega de la mano de los fondos buitre, que se han acercado a la banca para sondear si está dispuesta a vender carteras de deuda relacionada con las sociedades concesionarias.
La actividad de los fondos oportunistas ha sido frenética, especialmente en el sector inmobiliario, en el que se han hecho con un buen número de carteras de deuda relacionadas con el ladrillo, sobre todo de entidades financieras extranjeras que decidieron en su día abandonar el mercado español por los efectos de la crisis.
La posible entrada de fondos buitre en la deuda de las concesionarias en concurso de acreedores constituye otro factor de presión para el Gobierno a la hora de resolver la situación de estas sociedades, que han ido protagonizando quiebras a lo largo de los últimos dos años.