Cambios en la estructura financiera en torno a Plus Ultra Líneas Aéreas. Panacorp Casa de Valores, el banco panameño que salvó de la disolución a la aerolínea y que Vozpópuli vinculó con empresarios venezolanos, ha cedido los derechos de cobro que albergaba sobre la compañía a la postre rescatada por el Gobierno español a Snip Aviation, la sociedad a través de la cual los empresarios de origen venezolano Roberto Reyes y Raif El Arigie Harbie controlan actualmente el 52,83% de Plus Ultra.
La transacción se produjo a finales del año 2023, cuando la aerolínea todavía adeudaba íntegramente el préstamo a Panacorp. La mercantil en España de Rodolfo Reyes y Raif El Arigie Harbie se convirtió en acreedora de la compañía rescatada por el Estado en 2021 justo antes de que cerrara en enero de este 2024 su primer ejercicio en positivo, con unos 2,66 millones de beneficios.
Es de notar que el préstamo del banco panameño ahora en manos de Snip sumaría intereses en función de beneficios, aunque el cobro como tal es de carácter subordinado. Es decir, Plus Ultra tendría la obligación de devolver el principal de este préstamo solo una vez la compañía acabe de devolver el de los dos que obtuvo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, equivalentes a unos 53 millones de euros en total que se vencerían en 2026 (19 millones) y 2028 (34 millones).
8,5% anual de interés fijo más un variable
Plus Ultra recibió el préstamo participativo de Panacorp a finales del 2017, año a lo largo del cual los empresarios venezolanos Camilo Ibrahim Issa, Rodolfo José Reyes Rojas, Raif El Arigie Harbie y Roberto Roselli entraron en la aerolínea con sede en Madrid.
Entonces, Panacorp tenía como director a Mohamed Ibrahim Ibrahim, quien sería sobrino del propio Camilo Ibrahim, el empresario venezolano que admitió un encuentro con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a finales de 2018, cuando todavía era accionista en España de la misma Plus Ultra.
Ibrahim entró en la aerolínea española en febrero de 2017 tras inyectar 3,7 millones de euros; en diciembre de ese año se rubricó el préstamo participativo a favor de Plus Ultra por parte de Panacorp. La consultora de contratación pública con el Estado que Ibrahim Issa ha aflorado recientemente en Madrid comparte su sede social con la misma Snip Aviation de Rodolfo Reyes y Raif El Arigie Harbie.
El préstamo participativo de Panacorp a Plus Ultra partió de unos 6,3 millones de euros. Las condiciones pasarían por un interés fijo que ascendería a un 8,5% anual, más un variable equivalente al 2% del resultado antes de impuestos de la compañía siempre que suponga el 30% de los ingresos totales netos del ejercicio correspondiente. En comparación, el préstamo ordinario de 19 millones de la SEPI tiene un interés fijo del 2% anual y el participativo de 34 millones, gradual del 2,5% en el primer año hasta el 7% a partir del quinto más un 1% de la deuda pendiente por cada año en beneficios.
Préstamo clave
De no ser por el préstamo original desde Panamá, Plus Ultra se tendría que haber declarado en causa de disolución antes de la pandemia. Y es que el Artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital recoge que una sociedad deberá disolverse si las pérdidas dejan reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social. En 2019, Plus Ultra tenía un capital social de 18,9 millones y el patrimonio neto era de 8,6 millones. Esto es, no llegaba a los 9,45 millones, la mitad del capital social.
El préstamo participativo de Panacorp computó como patrimonio neto al cierre del ejercicio previo a la covid bajo el argumentario de la empresa. Dicha circunstancia salvó a la compañía de una situación que le hubiera impedido optar al rescate del Gobierno en 2021
El préstamo participativo de Panacorp computó como patrimonio neto al cierre del ejercicio previo a la covid, esgrimió la misma Plus Ultra en sus cuentas. Dicha circunstancia salvó a la compañía de una situación que le hubiera impedido optar al rescate del Gobierno en 2021, año desde el que Plus Ultra ha disparado su negocio.
En cuanto a Panacorp, las últimas cuentas disponibles corresponden al año 2022, ejercicio en el que ya no contaba en balance con bonos de la República de Venezuela ni de su petrolera, PDVSA, tras aplicarles una provisión por pérdida crediticia en 2021.