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La banca retiene 20.000 millones del capital 'fugado' en el primer trimestre en las sucursales americanas

El cóctel de desconfianza y prima de riesgo alta ha llevado a los inversores a cambiar sus productos de inversión a dólares.

  • La filial brasileña del Santander es el actual motor del grupo.

La desconfianza que existe entorno a la economía española, alimentada con una prima de riesgo en niveles récord, ha provocado el miedo entre los ahorradores de banca privada. Según datos del Banco de España, en los tres primeros meses del año, se ha producido una fuga de capitales por valor de 97.000 millones. De ellos, alrededor de 20.000 millones, se han trasladado desde las cuentas en España a los productos de ahorro que las grandes entidades españolas comercializan en dólares en sus sucursales americanas, según fuentes del sector.

Toda la gran banca española cuenta con red en Estados Unidos o Latinoamérica. El grupo Santander cuenta con seis oficinas de banca privada en Estados Unidos, una de ellas, la de Nueva York, adquirida hace pocos meses a su filial Banesto. BBVA, a través de su división americana, BBVA Compass; Popular cuenta con una oficina en Miami, al igual que Bankia y Sabadell (también tiena otra en Nueva York). La Caixa es la única gran entidad española que no cuenta con ninguna oficina en Estados Unidos, aunque sí cuenta con una participación del 20% en la entidad mexicana GFInbursa.

El miedo a la fractura del euro ha provocado esta avalancha de peticiones de los grandes ahorradores por transformar sus productos de inversión de euros a la moneda norteamericana. En algunas divisiones de banca privada reconocen que esta práctica viene siendo habitual desde inicios de año y que se ha incrementado de forma notable desde que ha empezado a descontarse la posibilidad de un rescate de España.

"La gente tiene miedo a un posible corralito, a pesar de que es imposible que aquí suceda lo mismo que en Argentina, y mueve sus ahorros hacia un valor refugio como es el dólar actualmente", reconocen desde un par de entidades. El procedimiento de emigración del capital es sencillo. Las entidades crean una nueva sociedad en Estados Unidos, donde la burocracia está muy simplificada, a donde trasladan los fondos y depósitos de los clientes. De esta manera, las entidades no pierden ni recursos ni clientes, en un momento en el que todas las entidades intentan salvar la cuenta de resultados, entre otros medios, mediante el margen de comisiones.

"Se mantiene la fidelización y la posibilidad de que ese dinero vuelva a medio plazo a España cuando amaine la actual tormenta financiera", explican desde uno de los grandes. El plazo medio de salvaguarda del capital huído a Estados Unidos ronda los doce meses. Hasta hace unos meses, la normativa del Banco de España obligaba a que los fondos repatriados volviesen a la misma cuenta de la que había salido el dinero 'fugado'.

En menor medida, las entidades también están ofreciendo la posibilidad de trasladar el dinero a alguna de las múltiples sicavs con que cuentan los bancos españoles en Luxemburgo. "Allí, el producto que más se está ofertando al cliente de banca privado son los fondos de inversión", reconocen desde varias entidades.

La fuga de capitales se ha centrado, según los datos del supervisor, en las desinversiones de cartera (acciones, participaciones y renta fija y variable) y las de préstamos, repos (operaciones con pacto de recompra) y depósitos. La salida de 97.090 millones entre enero y marzo de este año contrastan con la entrada neta de capital de 20.887 millones en el mismo período de 2011, de acuerdo con los datos de la balanza de pagos publicados hoy por el Banco de España.

Las inversiones en préstamos, depósitos y "repos" (operaciones con pacto de recompra) acumularon salidas netas por valor de 75.762,1 millones, lo que supone multiplicar por 65 el importe huido un año antes (1.158,8 millones). Las inversiones de cartera generaron salidas netas por valor de 34.385,2 millones, frente a las entradas netas de 22.817,6 millones en el mismo período de 2011.

Frente a las fugas de capital, las inversiones directas originaron en los tres primeros meses del año entradas netas de 7.940,1 millones, cuando un año antes salían 3.520,3 millones. También los derivados financieros originaron entradas netas por valor de 5.116,3 millones, casi el doble de lo registrado en el mismo período de 2011.

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