Tres semanas después de dejar la presidencia de Bankia y ser sustituido por José Ignacio Goirigolzarri, Rodrigo Rato ha roto su silencio para criticar duramente el plan de rescate de la entidad decidido por el ministro de Economía, Luis de Guindos, plan que supondrá un desembolso público total de unos 23.500 millones de euros. El ex presidente de Bankia lo ha hecho a través de una nota que difundió a los consejeros de Caja Madrid en la reunión de este órgano de gobierno de la caja, celebrada a lo largo de esta semana. Esta nota no cuenta con ningún tipo de membrete ni alusión directa, ni firma de Rodrigo Rato, como se puede ver en el documento que reproducimos a continuación.
En la documento, el exministro de Economía del PP y ex gerente del FMI afirma que el plan de rescate "es magnífico para Bankia y su nuevo equipo gestor, porque supone una inyección brutal de fondos para la sociedad", pero, añade, "se hace a costa de fondos públicos y causando un grave perjuicio a los accionistas y al resto del sector financiero". El propio Rato calcula que el rescate de Bankia equivale a un 2% del PIB español.
Según la nota, "la cifra del plan de recapitalización no es de 19.000 millones como se recoge en los medios de comunicación, sino de 22.000 millones, si bien por determinados ajustes técnico-fiscales acaba reduciéndose a 19.000 millones de euros".
A juicio de Rato, que reconoce la autoría del manuscrito en Expansión.com, esos 22.000 millones se desglosan en tres grandes conceptos: 3.000 millones de provisiones por créditos fiscales, alrededor de 4.000 millones en provisiones de participadas y unos 15.000 millones en saneamientos de las carteras de créditos e inmuebles.
Para el ex presidente del grupo BFA-Bankia, las ayudas concedidas al nuevo equipo gestor podrían haberse rebajado en 7.000 millones en los conceptos de créditos fiscales y cartera de participadas. "Como el plazo legal de compensación es de 18 años, esta provisión de los créditos fiscales es sorprendente", afirma Rato. Sobre la cartera de participadas, el ex número 1 del grupo considera que no debería haberse realizado este saneamiento puesto que no se les considera un activo disponible para la venta. "No tenían que estar contabilizadas a valor de mercado", asegura Rato.
El presidente en funciones de Caja Madrid también avisa que el saneamiento de Bankia también puede provocar problemas a los otras entidades financieras, ya que la entidad, con los fondos públicos, incrementará las provisiones sobre todas las carteras sanas, lo que pondrá a los demás bancos en inferioridad de condiciones.
Sobre el paso de los 300 millones de beneficios a los 3.000 millones de pérdidas en Bankia, Rato explica que este cambio es consecuencia de las provisiones adicionales por valor de 4.700 millones que se efectúan con cargo al ejercicio de 2011. "En resumen, si se pasan de 300 millones de euros de beneficio a 3.000 millones de pérdidas, sólo es por las provisiones adicionales examinadas, exigidas por el deterioro del mercado inmobiliario y crediticio producido después del cierre de 31 de diciembre de 2011 (según afirmación del auditor)".
En su última página, en el apartado 'Consideración final', Rato expone, con estos 15.000 millones de provisiones para la cartera crediticia, Bankia eleva su nivel de cobertura de los préstamos inmobiliarios alcanza prácticamente el 50%, "que es la cobertura más alta de todas las entidades financieras de España y, por tanto, debe de serlo del mundo. Esto es magnífico para Bankia pues va a tener múltiples y mullidos colchones para posibles pérdidas futuras, desgraciadamente con cargo al Tesoro Público".
La salida de Rato de Bankia se produjo ante las duras presiones del Gobierno, que quería dar una señal al mercado antes de anunciar el monto que necesitaría la entidad para recapitalizarse. Sin embargo, su cese se produjo formalmente como una dimisión.
