Los títulos del Banco Espirito Santo (BES) comenzaron a cotizar dos horas más tarde de lo normal por orden de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa, que pretendía de esta forma dar tiempo a los inversores para analizar toda la información divulgada sobre el BES entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves. Una vez abierta la cotización, los inversores han comenzado a deshacerse de las acciones del banco lisboeta.
El hundimiento del valor bursátil del BES, que se desplomó por momentos un 51 por ciento durante la sesión, supone un nuevo récord en la Bolsa de Lisboa desde que hay registros informáticos. Así lo confirmaron hoy a Efe fuentes de la empresa que gestiona el selectivo lisboeta, el PSI-20, donde el BES llegó a cotizar durante la sesión a 17 céntimos, un nuevo mínimo para la entidad. Medios lusos recordaron que ni siquiera en jornadas "negras" para los mercados como la vivida a nivel mundial el 11 de septiembre de 2001, con los atentados contra las Torres Gemelas en EEUU, se observaron caídas de esta envergadura.
Tras la suspensión en la apertura, a las 10:14 horas sus títulos volvieron a intercambiarse en el parqué lisboeta y lo hicieron a 20 céntimos, lo que suponía un retroceso del 40% respecto al cierre del miércoles, y apenas cuatro minutos más tarde llegó a marcar un nuevo mínimo, con un descenso del 51%, hasta los 17 céntimos. Desde ese momento, las acciones del BES se revalorizaron ligeramente y se estabilizaron en torno a los 24 céntimos.
Una caída imparable
Los analistas atribuyen esta hecatombe en Bolsa a la presentación de sus resultados del miércoles, que arrojaron 3.577 millones de euros en pérdidas, y a la necesidad apremiante de lanzar una nueva operación para ampliar capital. El propio Banco de Portugal, encargado de supervisar el sector financiero del país, informó también de que vislumbra "ilegalidades" en la gestión de la entidad, por lo que decidió retirar el derecho de voto a la familia Espírito Santo -su máximo accionista con una participación del 20,1 %- y suspendió a tres de sus administradores.
La debacle del banco no parece tener visos de detenerse. La imagen de la entidad quedó gravemente afectada tras la detención del patriarca de la familia Espirito Santo, Ricardo Salgado, acusado de fraude, falsificación, blanqueo de capitales y abuso de confianza. En lo que llevamos de año, el Banco Espirito Santo ha perdido más del 80% de su valor, reduciendo su capitalización bursátil hasta poco más de 1.000 millones de euros.
Espirito Santo, toda una institución en Portugal
El Banco Espirito Santo es el segundo banco de Portugal. Tenía, hasta ahora, una capitalización bursátil de 2.100 millones, y es la segunda institución de financiación privada en términos de bienes netos, con 80.700 millones en marzo de 2011, así como 2.100.000 clientes en Portugal, y 75.000 en nuestro país.