Portugal ha dado un paso al frente para rescatar al antiguo Banco Espirito Santo (BES), tal como anunció Vozpópuli, ya que la entidad financiera era el emblema del país vecino y su caída se había convertido en una cuestión de estado. Además del rescate, dice adiós a su viejo e histórico nombre. Este diario también anunció que la entidad iba a tomar esta medida, para romper cuanto antes con sus antiguos dueños. Conviene no olvidar que su anterior presidente, Ricardo Salgado Espirito Santo, fue detenido y que la familia era, probablemente, la más poderosa del país vecino. Ahora, llega un plan de salvamento y, lo que es más importante a este lado de la frontera, la garantía para los depositantes españoles de que su dinero no corre peligro.
Conviene aclarar que el antiguo BES era una sucursal en España y no estaba registrada como banco en el Banco de España, por lo que la garantía sobre las cuentas corría a cargo del supervisor vecino.
Se mantiene todo igual
El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, tranquilizó a los clientes españoles en una aparición pública y así consta en una nota de la propia entidad, que dice: “Garantizamos la seguridad de los depósitos que han estado en Espirito Santo. (…) Los depósitos serán transferidos a Novo Banco. Los balances de los depósitos se mantienen disponibles para cualquier movimiento, sin ninguna restricción”. Esto es relativo a las marcas de Portugal, Azores “y varias filiales, incluidas España, Macau, Nueva York y Londres”.
“Nuestro principal interés es proteger el interés de los depositantes”, afirmó en una comparecencia pública el responsable del banco central.
El “grave desequilibrio financiero” puesto de manifiesto por Costa será restablecido con dinero del Fondo Europeo de Rescate y la intención es que no haya inyecciones de capital a costa del estado, sino que sean los accionistas y los bonistas quienes asuman todos los costes, entre ellos, la familia Espirito Santo, Credit Agricole, Bradesco, Portugal Telecom, etcétera.
La nueva marca, Novo Banco, se quedará con los depósitos, las oficinas y los activos buenos y estará limpia de activos problemáticos. Contará con un capital de 4.900 millones de euros. El BES será el ‘banco malo’ y en ello quedará lo restante. La cotización de Banco Espirito está suspendida y de momento no se tiene certeza de qué ocurrirá con ella: si habrá ampliación de capital, será excluida o cualquier otra opción.
Por cierto, la nueva denominación de ha tomado de manera rápida, para que la nueva entidad rescatada no esté contaminada por la coincidencia de sus antiguos accionistas y gestores. Pero en absoluto es definitiva y no se descarta que a medio plazo, con la crisis superada, se encargue a expertos en branding la presentación de una marca definitiva.